Queridos amigos, reciban mi cordial saludo en este cuarto domingo de Pascua, domingo del Buen Pastor, domingo que oramos por el aumento de las vocaciones sacerdotales misioneras, en la Iglesia, ¡qué tanta falta nos hacen! ¡Dios nos conceda esta gracia!
Las lecturas de este domingo nos siguen ayudando a comprender la grandeza de la Redención de Cristo, del significado de la Pascua del Señor.
Las dos primeras lecturas son continuación de las lecturas del domingo pasado.
El apóstol Pedro (Hch.2,14.36-41), con valentía sigue en su discurso que Jesús, al que crucificaron, ha resucitado y es el Señor y Mesías.
Sus oyentes se sintieron conmovidos por este mensaje y le dijeron a Pedro: ¿qué tenemos que hacer? Pedro les dijo: “conviértanse y bautícense en nombre de Jesucristo…”
Es el mensaje que nos llega hasta hoy. El camino del seguimiento de Jesucristo se inicia por la fe en él, con el compromiso de caminar con él.
El salmo 22, es hermoso, el Señor, es el verdadero “Pastor” el que cuida, guía, da la vida por sus ovejas, a él hay que seguir y confiarse a él. “El Señor, es mi Pastor, nada me falta”.
En la segunda lectura, el apóstol Pedro (IPe.2,20-25), nos da el significado de la vida de Cristo, “sus heridas nos han curado”, para que nosotros muertos al pecado, vivamos para el Señor, el buen Pastor, y “guardián” de nuestras vidas.
El evangelio de Juan (Jn.10,1-10), Cristo es el Buen Pastor, y el que guía por la puerta de la salvación, por eso nos dice: “Yo soy la puerta: quien entra por mí se salvará…Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”
Hermanos hagamos resonar en nuestro corazón esta Palabra de Dios de este domingo, vivamos el llamado a seguir a Cristo “buen Pastor”, “luz del mundo”, “puerta de salvación”.
En esta jornada mundial de oración por las vocaciones oremos por el aumento de las vocaciones sacerdotales misioneras.
Los tengo en mi oración y cariño, y en la misa que hoy celebraré.
Les deseo un buen domingo, saludos desde Arequipa donde hago memoria de mi mamá Inocencia al mes de su fallecimiento.
Oh María, sin pecado concebida. Ruega por nosotros que recurrimos a Ti.

Leave Comment