Queridos amigos, querida familia, va mi alegría de celebrar con ustedes este día de Pascua.
Feliz Pascua a todos.
La vigilia Pascual con la que se abre este hermoso tiempo pascual, nos trajo el anunció. Y en el himno de la secuencia de Pascua, la Magdalena lo dice bellamente; “!Resucitó de veras mi amor y mi esperanza!”
El apóstol Pedro lo proclama: “lo mataron colgándolo de un madero. Pero Dios lo Resucitó al tercer día…nos encargó predicar al pueblo, dando solemne testimonio de que Dios lo ha nombrado juez de vivos y muertos…” (Hch.10,34-43).
El salmo 117, nos da los motivos de la intervención de Dios: ” Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo”.
El apóstol Pablo en la carta a los Colosenses (Col.3,1-4), nos ayuda a dar dirección a nuestra vida: “Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busque los bienes de allá arriba, donde está Cristo…”
El evangelio de San Juan (Jn.20,1-9), nos da testimonio del sepulcro vacío, del Señor Resucitado. Es el camino de la fe, representado en los primeros testigos: María Magdalena, Pedro y el discípulo amado. Cada uno expresa el camino del ver el signo físico, ver con ojos de la fe, ver con el corazón, y así en el discípulo amado, estamos incluidos nosotros, para por la fe y el amor: “ver y creer “.
La Resurrección de Cristo es nuestra Pascua: dejando las tinieblas de la debilidad y pecados, demos lugar por la fe, a recibir la gracia del amor de Cristo Redentor y Salvador.
Que la Resurrección de Cristo sea nuestra luz y esperanza.
Los tengo a todos en mi oración y misa de hoy.
Oh María sin pecado concebida.
Ruega por nosotros que recurrimos a Ti.
Feliz Pascua.
P. Rubén Pedro Borda
Director Nacional AMM
Lima 31 marzo 2024

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