En la misa de medianoche en la fiesta de la NAVIDAD, el evangelio según san Lucas nos presenta la razón por la que José y María, que estaba encinta, tuvieron que hacer aquel viaje desde Nazaret, una ciudad situada en Galilea hasta la ciudad de Belén, en Judea: la realización de un censo poblacional.
Después de situarnos a la pareja en la Ciudad de David el evangelista pasa a decirnos que “mientras estaban allí le llegó a María el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada”.

El relato nos hace notar que el nacimiento fue como el de todos los niños, y que como toda madre ya desde que siente el llanto del recién nacido, busca proteger la nueva vida que se le ha confiado y por eso lo abriga con aquellos pañales que además servirán de señal para que los pastores puedan reconocer a quien a ellos se les ha revelado que es “…el Salvador: el Mesías, el Señor…”.
Y como para confirmar esta buena noticia motivo de una gran alegría para todo el pueblo, los pastores contemplaran a aquella legión del ejercito celestial que alababa a Dios diciendo: “Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.”

Hermanos y hermanas también a nosotros se nos ha revelado esta buena noticia para que sea motivo de nuestra alegría “…en la ciudad de David, nos ha nacido un SALVADOR: EL MESÍAS, EL SEÑOR…” Y es la razón por la que los cristianos celebramos esta fiesta de navidad que nos recuerda y actualiza el cumplimiento de la promesa de Dios de enviarnos un salvador.

También para nosotros la señal para reconocer al enviado es “un niño envuelto en pañales y puesto en un pesebre” también nosotros como los pastores dejaremos nuestros puestos de trabajo diario para ir en busca del que nos ha sido anunciado como el Salvador y tengamos la seguridad de que lo encontraremos como los pastores lo encontraron y entonces junto con el coro de los ángeles entonaremos “ Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor” y que si caemos en cuenta Dios ama a todos los hombres por lo que somos invitados a hacer la paz con todos los hombres.

FELIZ NOCHEBUENA HERMANAS Y HERMANOS QUE LA ALEGRÍA QUE EMPIEZA A BROTAR EN NOSOTROS POR ESTE NACIMIENTO DEL SALVADOR DEL MUNDO SE PROLONGUE A LO LARGO DE TODA NUESTRA VIDA, PORQUE EN ÉL, DIOS CUMPLE SU PROMESA HECHA DESDE ANTIGUO EN FAVOR DE TODOS.

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