El evangelio que se proclama esta semana, nos presenta al Señor Jesús advirtiendo a la gente, sobre el cuidado que deben tener con los escribas por el tipo de comportamiento que suelen asumir pero que todo eso les acarreará al final “…una sentencia más severa”. Intentemos comprender porque el comportamiento de los escribas es merecedor de un castigo más severo y el de la viuda reconocimiento:

La primera conducta que el Señor Jesús señala a la gente de la que se deben cuidar de los escribas, es su afán de aparentar y llenar vacíos personales y por eso gustan de vestimentas amplias. Suelo pensar que mientras más vacío haya en la persona más grande su necesidad de los ropajes, mientras más vacías su celebraciones, mayor necesidad de llenarlas de largas moniciones, cantos, aplausos, humos etc., pues sienten que con eso son alguien o hacen algo; como el consumismo ha convencido a la gente, que si no usa ropa de marca no es nadie y hasta hemos aprendido a valorar a las personas según la marca de ropa que usan.

La segunda conducta que señala el Señor Jesús de los escribas es que les gusta ser reconocidos y por eso van por las plazas buscando que les hagan reverencias, igualmente tal como en el primer señalamiento, detrás de esa necesidad de ser reverenciado puede estar la baja autoestima del individuo que busca subirla a través del reconocimiento de los demás sin percatarse que quién se debe reconocer a sí mismo es el individuo ya que solo así lograra superar su baja autoestima y por lo tanto superada esta ya no necesitará del reconocimiento de los demás.

La tercera y cuarta conducta de los escribas de la que se debe cuidar la gente es la búsqueda de honores y esta búsqueda se da porque habiendo vació en el individuo, este busca llenarlo con el honor que le puedan tributar los demás, cediéndoles los puestos de honor.

Por último señala el Señor Jesús de la conducta de los escribas que la gente se debe cuidar es “el que devoran los bienes de la viuda, con pretexto de largos rezos” aquí la gravedad está puesta en quitarle a la viuda lo que tiene para vivir con tal de ellos acumular riquezas y cuya conducta llevaría a la muerte a la viuda.

En un segundo momento del relato, aparece el pasaje de la limosna de la viuda, que da todo lo que tiene para vivir, echándolo en la alcancía del templo en contraposición de la conducta de los escribas que buscan acumular, de allí que el señor Jesús llame la atención de sus discípulos para alabar la conducta de la viuda y con ello asegurar que la cosa quede clara cuál es la conducta que se debe asumir como expresión de nuestra confianza en Dios.

¿QUÉ ELEGIMOS NOSOTROS ESTA SEMANA: VACÍOS O LLENOS; ESCRIBAS O VIUDAS? PIDAMOS AL SEÑOR QUE ELIJAMOS LO SEGUNDO DE TAL MANERA QUE SEAMOS LLENADOS POR ÉL Y APRENDAMOS A CONFIARNOS EN ÉL COMO LA VIUDA. QUE SEAMOS CAPACES DE PONER TODA NUESTRA CONFIANZA EN DIOS…

 

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