El evangelio de la misa de aurora en la Navidad del Señor, es continuación del evangelio de la misa de medianoche y que está tomado del evangelio según San Lucas.
El relato del evangelio nos presenta la reacción de los pastores luego de haber escuchado al ángel del Señor, quien les ha anunciado el nacimiento del SALVADOR: EL MESÍAS, EL SEÑOR, y por quien el coro de ángeles canta “Gloria a Dios en el cielo y paz a los hombres que ama el Señor”.
Entre los pastores se animaron unos a otros y se fueron derecho a BELEN, con lo que se nos indica que los pastores reconocían la ciudad de Belén como la ciudad de David. Los pastores fueron corriendo y encontraron al niño acostado en el pesebre y envuelto en pañales acompañado de sus padres.
Los pastores al igual que Juan el bautista dan testimonio de lo que se les ha revelado del niño que ahora todos contemplan puesto en el pesebre.
El testimonio de los pastores despierta admiración en quienes los escuchan y la Virgen María conserva esas palabras en su corazón y las va meditando para comprender la voluntad de Dios.
Y las medita porque llegar a comprender este MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN no es algo que se llega a captar de una sola vez para siempre sino que siempre encontraremos nuevas riquezas y enseñanzas al contemplar el misterio y por eso la Virgen María se nos propone como modelo de mujer de fe que guarda y medita la palabra de Dios, de aquel Dios de quien ella ya dijo antes que era su esclava y que se hiciera en ella según lo que le había anunciado el Ángel aquel día de la ANUNCIACIÓN.
Termina el relato del evangelio haciéndonos saber que los pastores se volvieron para seguir cuidando sus rebaños en la montaña, pero que se volvieron dando gloria y alabanza a Dios por lo que habían visto y oído. Porque constataron que todo fue como como se les anunció y ellos lo habían visto y oído.
Que el buen Dios nuestro Padre nos conceda también a nosotros que hemos conocido el MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN de su Hijo hecho hombre para nuestro bien convertirnos como los pastores en testigos de su bondad para con nosotros y demos a conocer que el que nació niño en Belén es el que viene a salvarnos.
PARA USTEDES HERMANOS Y HERMANAS EN LA FE, LES DESEO UNA FELIZ NAVIDAD.
Y QUE LA ALEGRÍA DE CONTEMPLAR AL SALVADOR NIÑO NOS SIGA ANIMANDO A DAR TESTIMONIO DE SU PRESENCIA ENTRE NOSOTROS…
