Queridos amigos, reciban mi cordial y afectuoso saludo en este sexto domingo de Pascua, “Día del Señor”.
Este es un domingo en que las lecturas de la Palabra de Dios, nos motivan a “amar más a Dios y al prójimo “.
La primera lectura (Hch.10,25ss) nos presenta el camino de los Apóstoles quienes iluminados por el Espíritu Santo van comprendiendo cada vez más, que el Evangelio, la Buena Noticia de Cristo Resucitado, está abierta a todos, y no está “encerrada” con exclusividad a los judíos. El amor de Cristo, está al alcance de todos.
El salmo 97, expresa la grandeza de Dios a través de su antífona: “El Señor revela a las naciones su salvación”.
En la segunda lectura (1Jn.4,7-10), el apóstol San Juan, nos da la síntesis de lo que podemos definir sobre ¿Quién es Dios?. Y nos dice: “Dios es Amor”.
“El Amor procede de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios”.
Todo el amor de Dios está expresado en el amor de Jesucristo quien nos “amó primero “, ” y dio su vida por nosotros en la cruz”
El evangelio nos indica la grandeza y gratuidad del Amor de Dios:
1.El amor fraterno se funda en la propia divinidad Dios: El Padre ama al Hijo Jesucristo,
2.el Hijo, ama a sus discípulos
3.y quiere que ellos también se amen: “aménse unos a otros, como yo los he amado”.
*El amor fundado en el amor del Padre y del Hijo, produce el gozo pleno, para el testimonio de vida creyente en Jesús.
*El amor se cultiva en cumplir el mandamiento del amor fraterno, que da lugar a una relación más profunda: ser”amigos de Jesús”.
*Él nos llamó primero, y nos escogió como sus amigos, para que: “vayan y produzcan fruto y ese fruto permanezca”
Queridos amigos, reconozcamos que Dios es Amor. Y en su amor estamos llamados a vivir fraternalmente y a dar testimonio de vida para el mundo.
Los tengo en mi oración y cariño en la misa que celebraré hoy. Sigamos orando por la paz en el mundo.
Oh María sin pecado concebida. Ruega por nosotros que recurrimos a Ti.

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