Este domingo la primera lectura como el evangelio están emparentadas por un tema que es una institución en el mundo de medio oriente y está es la institución de la hospitalidad, que tiene que ver con la acogida al visitante en la casa y todo lo que supone recibir una visita en casa, es decir la hospitalidad que lleva a poner al visitante como el personaje más importante ahora en el hogar que lo recibe.
En la primera lectura escuchamos el relato del Génesis donde Abraham recibe aquella visita del Señor en la persona de los tres hombres a quienes se apura en darles la bienvenida les pide que no pasen de largo, sino que le permitan homenajearlos con una comida, la cual involucra a su esposa a su criado y a él mismo quienes con premura se aprestan a preparar la comida. Por esta conducta recibe a cambio la promesa del nacimiento del hijo tan esperado. Aquí podemos vislumbrar cual era el proceder en aquel entonces al practicar la hospitalidad con el visitante.En el Evangelio que escuchamos proclamar este domingo nos presenta a Marta recibiendo la visita del Señor Jesús. Ella se apresura a preparar lo necesario para homenajear al visitante. La tarea debe involucrar a los de la casa, en este caso a María también, pero ella está escuchando al Señor, lo que lleva al reclamo de su hermana. Y lo mejor de esto es que el reclamo lleva a una enseñanza para Marta que anda inquieta y nerviosa por atender bien a la visita. Y la enseñanza es qué, si bien es cierto que hay que atender al Señor, muchísimo más importante es escucharle. María por esta conducta recibe la mejor parte que no le será quitada.
Es por eso que las enseñanzas de estas lecturas bíblicas tienen una relevancia en la vida del cristiano ya que su aprendizaje nos lleva siempre a practicar las obras de misericordia, tanto corporales como espirituales como expresión de amor y respeto por los demás en este caso con los visitantes.