El evangelista en este domingo, nos presenta al Señor Jesús en oración, oración agradecida delante de Dios a quien llama Padre y lo reconoce como Señor de cielo y tierra.
La razón de esta oración agradecida es porque al Padre del cielo le ha parecido bien revelarle a la gente sencilla cosas que ha escondido a los sabios y entendidos, cosas que el Señor Jesús ha ido enseñando a sus discípulos y a la gente y que ha ido manifestando a través de las curaciones milagrosas, haber llamado a los doce, haber proclamado la cercanía del reino a los pueblos cercanos de alrededor por medio de los doce a quienes Él envió.
Lo escondido es saber que Dios cuida de los suyos y busca salvarlos por su gran misericordia y es que la salvación de Dios es para que todos la conozcan y la hagan suya.

Al terminar su oración de agradecimiento a Dios Padre, se dirige luego a la gente para hacerles saber que lo que el enseña y realiza es porque el Dios del cielo y tierra se lo ha entregado, es decir que lo ha enviado a hacer su tarea y que si Él es capaz de hablar de Dios Padre y en nombre de Él es porque le conoce, de la misma manera que el Padre lo conoce a Él.
Que si les está dando a conocer la cercanía del reino es por pura iniciativa suya ya que Él lo da a conocer a quién él quiere, y lo cierto es que lo quiere dar a conocer a todos para que todos se salven.

Culmina el relato de este domingo presentando al Señor Jesús haciendo una triple invitación a la gente:
La primera invitación es para que la gente se acerque a Él para poder aliviarlos, aliviarlos de sus cansancios y agobios es decir para liberarlos de aquellas cargas que los hacen ir por la vida agotados.
La segunda invitación que les hace el Señor Jesús a la gente es para que carguen con su yugo, instrumento que sirve para unir a dos bueyes de tal manera que por donde va uno también debe ir el otro.
El ir siempre juntos supone aprendizaje, en este caso ya que vamos unidos al yugo del señor entonces el aprendizaje que tiene que hacer quien carga con su yugo es del señor Jesús.
Por eso la tercera invitación que se refiere justamente al aprendizaje, un aprendizaje que lleva a ser manso y humilde de corazón frente a la voluntad del Padre de cielo y tierra.
La triple invitación tiene por finalidad que quienes le obedecen puedan alcanzar descanso.

Como para animarnos también a nosotros como a los que se dirigía en aquel entonces nos hace saber que su yugo es suave, es decir no es un yugo que oprime y hace bajar la cerviz sino que por el contrario es carga ligera, porque para el creyente hacer lo que Dios quiere no puede ser experimentado como algo impuesto o pesado sino que por el contrario pronto aprende que es la manera como se manifiesta el amor al Padre, Señor de cielo y tierra, he ahí la razón para que termine diciendo que su carga es ligera.

FELIZ DOMINGO PARA TODOS USTEDES, EN NUESTRO MES DE ANIVERSARIO PATRIO.
UN GRAN ABRAZO PARA TODOS USTEDES.

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