Este domingo el evangelio que se proclama nos presenta al señor Jesús, que en su recorrido por todas las ciudades y pueblos se encuentra con una multitud de gente a las que contempla en una situación de abandono es decir que estaban cansados y abandonados a las que imagina como un rebaño abandonado a su suerte por el pastor, por eso el sentimiento que siente por esta multitud es de compasión y busca que esta situación sea revertida, es decir que tengan, como el rebaño necesita un pastor esta multitud tenga quien los guíe y conduzca en la vida para vivir siguiendo la voluntad de Dios.
Por lo que sigue en el relato, el abandono de esta gente es en la atención pastoral o religiosa de allí que el Señor Jesús dirigiéndose a sus discípulos les diga “la cosecha es abundante pero los trabajadores pocos; rueguen, pues al dueño de la cosecha que mande trabajadores a recogerla”.
Este pedido del Señor Jesús que hace a sus discípulos en aquella ocasión se prolonga en el tiempo y entonces también a nosotros, discípulos misioneros por el sacramento del Bautismo recibido nos corresponde cumplir, y es por eso que debemos seguir rogando al dueño de la cosecha que siga enviando trabajadores a recogerla.

Este pedido por otro lado nos viene a recordar que es el dueño de la cosecha al que le corresponde llamar a los trabajadores y a estos les corresponde aceptar el llamado e ir a trabajar en la cosecha.
En otras palabras, la VOCACIÓN es una llamada de Dios al hombre y al hombre le corresponde responder con generosidad a este llamado para que la cosecha no se eche a perder.

En el caso del evangelio se nos hace saber que el Señor Jesús va llamando a sus enviados, sus APÓSTOLES, y los llama por su nombre, no es una llamada anónima, como quien dice una llamada a la multitud anónima, más por el contrario, va llamando a cada uno por su nombre con lo que ya nos podemos dar cuenta que los conoce, y los llama para darles autoridad de “expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia”.

Los llamados tienen claro cuál es la misión a realizar, porque el Señor mismo, que los ha llamado, les da instrucciones precisas sobre los destinatarios de la misión y que es lo que deben hacer en favor de ellos, “Vayan y proclamen que el reino de los cielos está cerca. Curen enfermos, resuciten muertos, limpien leprosos, expulsen demonios.” Y si nos fijamos las tareas a realizar en la misión son las mismas que el Señor Jesús realiza en obediencia al que lo envió, el Padre y en favor de todos los hombres.

HERMANOS Y HERMANAS SIGAMOS PIDIENDO AL DUEÑO DE LA COSECHA QUE SIGA ENVIANDO TRABAJADORES PARA QUE NO SE ECHE A PERDER LA COSECHA QUE TANTO TRABAJO COSTO SEMBRAR Y CULTIVAR.

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