El Señor Jesús en el evangelio de este domingo es presentado en su misión de enseñar a sus discípulos en el pasaje llamado “el juicio a las naciones” a través del cual les hace saber que llegará un tiempo en que todas las naciones serán sometidas a juicio por uno que vendrá como Hijo del Hombre y que se sentará en el trono de su gloria y establecerá un juicio donde todos serán separados en dos grupos según sus acciones. 

El principio para realizar este juicio que termina separando a todos en dos grupos es LA OMOSIÓN es decir aquello que se dejó de hacer. 

Los que OMITIERON, o dejaron de hacer el bien que pudieron haber hecho son puestos a la izquierda mientras que aquellos que ACTUARON haciendo el bien a los demás son puestos a la derecha. 

Ya en la parábola del domingo pasado, la de los empleados que se quedaron encargados de los bienes de su amo se deja entrever que dos de los tres tomando la iniciativa hicieron negocio y aumentaron los bienes del amo al entregar las cuentas son felicitados e invitados a la fiesta y el tercero fue expulsado porque aun sabiendo de lo exigente que era su amo no hizo nada por iniciativa propia para hacer aumentar los bienes del amo. Y terminaba expresando que los que eran expulsados a las tinieblas donde será el llanto y crujir de dientes. 

En esta parábola también está presente la iniciativa de algunos que los lleva a hacer el bien a los demás y eso se nota pues cuando son llamados a la derecha, preguntan “… ¿Cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿Cuándo te vimos forastero y te hospedamos o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” que son las razones por la que han sido llamados a la derecha. 

Mientras que los que fueron llamados a la izquierda son acusados de no haber tomado la iniciativa en hacer el bien a quienes necesitaban de su ayuda y eso se nota en la respuesta que reciben cuando preguntan en qué momento dejaron de hacerlo “…Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con uno de estos, los humildes, tampoco lo hicieron conmigo…”. 

Estos últimos domingos los evangelios hablan de finales y de participar de la fiesta o ser excluidos de ella según el comportamiento y acciones realizadas en vista que estamos llegando al final del año litúrgico presente donde hemos tenido ocasión de ir conociendo el misterio de nuestra fe y la vida de Nuestro Señor Jesucristo. 

De allí que este evangelio también termina con una aseveración: los que dejaron de hacer el bien irán al castigo eterno mientras que los que hicieron el bien, a los que se les llama justos, son destinados a la vida eterna. 

Hermanos y hermanas si nosotros realmente creemos que las enseñanzas del Señor no solamente son válidas para los discípulos en aquel entonces, sino que también son válidas para cada uno de nosotros haremos bien, mientras tengamos tiempo, ponernos a hacer el bien, que nuestro Padre Dios espera que hagamos, por INICIATIVA propia para no ser sorprendidos al final de nuestras vidas siendo enviados a la izquierda, por OMISIÓN. 

FELIZ FIN DE AÑO LITÚRGICO CON LA CELEBRACIÓN DE LA FIESTA SOLEMNE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO, PARA TODOS.  

Y RECORDEMOS QUE TODOS ESTAMOS INVITADOS A CELEBRAR A LA “INMACULADA DE LA MEDALLA MILAGROSA”. 

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