LECTIO DIVINA – II DOMINGO ADVIENTO –Ciclo A
¡CONVIÉRTANSE!
LA PALABRA HOY: Isaías 11, 1-10; Salmo 71; Romanos 15, 4-9; Mateo 3, 1-12
Ambientación para todo el adviento: Camino de papel con cuatro velas a lo largo de él. Al iniciar la celebración se pone un cartel con la frase: “¡Conviértanse!” y se enciende la segunda vela.
Cantos sugeridos: Tu Reino es vida.
AMBIENTACIÓN:
Juan Bautista anuncia con fuerza la venida del Señor. El que llega con Jesús es Dios mismo con su Reino, y hay que cambiar. El Reino de los Cielos conlleva un periodo de justicia y de paz, donde todos, sobre todo los últimos, tendrán una oportunidad de felicidad.
Oración inicial
Señor, me pides que cambie,
quieres que me convierta, que vuelva a ti,
que deje mi vida de imperfección y de comodidad,
para vivir tu propuesta de vida, viviendo y actualizando tu Palabra.
Te pido Señor, que me llenes de tu Espíritu Santo,
para reconocer mis faltas y mis errores,
para tener la valentía de dejar
lo que me separa de ti,
para cambiar de actitudes y buscarte a ti.
Dame Señor la gracia que en estos días de Adviento
Tú me puedas seducir con tu amor
y tu misericordia para volver a ti,
para que en esta Navidad,
busque hacer feliz a los que me rodean.
Señor, desde ya regálame la gracia de vivir y transmitir la vida que Tú has venido a traernos. Que así sea.
LECTIO ¿Qué dice el texto? Mt 3, 1-12
Motivación: El anuncio profético del reinado de Dios se presenta siempre acompañado de una llamada urgente a la conversión. Así lo vemos en la predicación de Isaías y en la de Juan, que es el último de los profetas. El Reino de Dios está cada vez más cerca. Nadie puede detenerlo. Escuchemos.
Por aquel tiempo, Juan Bautista se presentó en el desierto de Judea, predicando:
– “Conviértanse, porque está cerca el reino de los cielos”.
De él anunció el profeta Isaías, diciendo:
Una voz grita en el desierto:
“Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos”.
Juan llevaba un vestido de piel de camello, con una correa de cuero a la cintura, y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.
Y acudía a él toda la gente de Jerusalén, de Judea y del valle del Jordán; confesaban sus pecados; y él los bautizaba en el Jordán.
Al ver que muchos fariseos y saduceos venían a que los bautizara, les dijo:
– ¡Raza de víboras!, ¿quién les ha enseñado a escapar del castigo inminente?
Den los frutos que pide una sincera conversión.
Y no se hagan ilusiones, pensando: “Abraham es nuestro padre”, pues le digo que Dios es capaz de sacar hijos de Abraham de estas piedras.
Ya toca el hacha la base de los árboles, y el árbol que no da buen fruto será talado y echado al fuego.
Yo los bautizo con agua para que se conviertan; pero el que viene detrás de mí es más poderoso que yo, y no merezco ni llevarle las sandalias.
Él los bautizará con Espíritu Santo y fuego.
Él tiene la horquilla en la mano; separará el trigo de la paja, reunirá su trigo en el granero y quemará la paja en una hoguera que no se apaga.
Preguntas para la lectura:
- Según el evangelio de hoy, ¿qué proclamaba Juan Bautista en el desierto? ¿les recuerda en algo el mensaje de Jesús según Mt 4,17?
- ¿Con qué dos lugares aparece asociado Juan Bautista? ¿Cómo se interpreta toda la actividad de Juan a la luz de la cita de Isaías?
- ¿Qué recrimina Juan a los fariseos y saduceos? ¿En qué consiste la verdadera conversión?
- ¿Con qué imágenes presenta Juan la misión de Jesús?
MEDITATIO ¿Qué ME dice el texto?
Motivación: Las palabras del Bautista cobran actualidad en Adviento: “arrepiéntanse”, “preparen el camino”. Nuevamente resuenan hoy con fuerza y nos invitan a convertirnos, a cambiar de mentalidad, a redescubrir nuestra condición de bautizados.
- Está llegando el Reino de los Cielos. ¿Qué significa y qué lugar ocupa en mi vida todo lo concerniente al Reino?
- Voz que grita en el desierto. ¿Cómo puedo ser una voz que anuncie buenas noticias en medio de mi ambiente?
- Den frutos que prueben su conversión. ¿Qué frutos estoy dando hoy para que mi voz sea creíble y el Reino siga llegando?
- Los fariseos y saduceos ponían muchas “resistencias” para eludir la conversión. ¿Detecto en mí alguna resistencia para convertirme?
- Al llegar ya casi a fin de año, ¿qué cosas debo cambiar en mi vida, que este año no ha funcionado bien, o que me he equivocado?, ¿en qué cosas debo convertirme para celebrar una Navidad más plena y estar más cerca de Dios y de mis seres queridos?
ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra
Motivación: La conversión implica un esfuerzo personal, pero no deja de ser Dios quien da el primer paso. Oremos al Señor para que cambie nuestro corazón y nos haga capaces de dar frutos de vida.
- Luego de un tiempo de oración personal, compartimos nuestra oración. Se puede recitar el Salmo 71
CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: En la conferencia sobre la búsqueda del Reino de Dios, San Vicente afirma:
Procuremos, hermanos míos, hacernos interiores, hacer que Jesucristo reine en nosotros; busquemos, salgamos de ese estado de tibieza y de disipación, de esa situación secular y profana, que hace que nos ocupemos de los objetos que nos muestran los sentidos, sin pensar en el creador que los ha hecho, sin hacer oración para desprendernos de los bienes de la tierra y sin buscar el soberano bien. Busquemos, pues, hermanos míos. ¿El qué? Busquemos la gloria de Dios, busquemos el reino de Jesucristo. (XI, 429)
- Juan Bautista es la voz que invita a la conversión. ¿En qué forma concreta yo puedo también ser esa voz para los demás? ¿Qué me pide el Señor que haga durante este tiempo?
Oración final
Gracias, Señor,
porque me invitas a allanar los senderos,
a preparar el camino para que vengas.
Gracias, Señor,
porque quieres contar conmigo.
Gracias, Señor,
porque quieres entrar en mi casa
y hacer de ella una morada nueva.
Gracias, Señor,
porque te acuerdas de nosotros
y de mí, y te pones en el camino
por el que yo voy caminando,
para que te encuentre
porque Tú me has encontrado.
Gracias, Señor, porque vienes,
porque estás, porque estarás