LECTIO DIVINA – DOMINGO 7º TO –Ciclo C

SEAN MISERICORDIOSOS

LA PALABRA HOY: 1 Samuel  26, 2. 7-9.  12- 13.  22 -23; Salmo 102; 1 Corintios 15,45-49; Lucas 6,27-38. Ambientación: Cruz desnuda al centro y pegamos en ella un corazón grande: el de Dios. Otros más pequeños con los nombres de los participantes
Cantos sugeridos: Hazme un instrumento de tu paz

AMBIENTACIÓN:
El amor tiene que ser el motor de la vida del discípulo de Cristo. Se trata de un amor particular, recortado a la medida del amor de Dios. Solo desde aquí se puede comprender la locura de las Bienaventuranzas.

Oración inicial
Señor, Dios Padre,
que eres bueno y compasivo con tus hijos,
haznos semejantes a ti para que reflejemos tu amor a todos.
Nos cuesta mucho hacer el bien a quien nos quiere mal,
perdonar a quien nos ofende y olvidar agravios pasados.
Sin embargo, Cristo obró así, proponiéndonos su ejemplo.
Ayúdanos, Señor, a construir el mundo nuevo que tú quieres,
en donde no sea el rencor,
el odio y la venganza fratricida,
sino el amor y el perdón,
quienes tengan la última palabra. Amén.

LECTIO ¿Qué dice el texto? Lucas 6, 27-38

Motivación: Jesús aclara que el amor que Él nos propone tiene su máxima expresión en el amor al enemigo y en la misericordia. Él nos indica una manera nueva de afrontar el mal: no devolver el mal que recibimos; no cerrarse a la necesidad del otro, sino considerarlo hermano. Escuchemos:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
– A los que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, oren por los que los injurian.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjale también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes. Pues, si aman sólo a los que los aman, ¿qué mérito tienen? También los pecadores lo hacen.
Y si prestan sólo cuando esperan cobrar, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.
Más bien, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada; tendrán ustedes un gran premio y serán hijos del Altísimo, que es bueno con los malvados y desagradecidos.
Sean compasivos como es compasivo su Padre; no juzguen, y no serán juzgados; no condenen, y no serán condenados; perdonen, y serán perdonados; den, y se les dará: recibirán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante.
Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes. 

Preguntas para la lectura:

  • ¿De qué tema se habla al principio del pasaje? ¡Cuál es el verbo que más se repite?
  • ¿Cómo se concreta el amor a los enemigos? ¿Cómo resume todo esto la “regla de oro”?
  • ¿Por qué dice Jesús que no hay mérito en amar a los que te aman?

MEDITATIO ¿Qué ME dice el texto?

Motivación: Jesús hoy es muy claro y muy duro con sus discípulos. Y la lectura de este pasaje evangélico no nos puede dejar indiferentes. Es necesario actualizarlo y hacer que fructifique en nuestras vidas.

  • ¿Hemos olvidado que lo más importante y propio de ser cristiano es amar y perdonar?
  • ¿Nos dejamos influenciar por los sentimientos de venganza que causan dolor y muerte? ¿Cómo educamos a los más jóvenes en el valor del perdón y la lucha por la justicia “desde la no violencia”?
  • Nuestra vida familiar, comunitaria, social, ¿refleja que somos discípulos de la misericordia? ¿Nos hemos cansado de perdonar?

ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?

Motivación: Lucas nos invita a hacer, antes que nada, experiencia del amor de Dios. Sólo cuando nos colocamos cara a cara frente a su amor, que supera todo conocimiento y da la plenitud del mismo Dios, podremos caminar por la única senda que abe el futuro de paz y de justicia: la de las bienaventuranzas y el amor a los enemigos. 

  • Luego de un tiempo de oración personal, compartimos nuestra oración. Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 102).

CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: San Vicente, en una repetición de oración con los misioneros, explica el sentido de la misericordia:

En una palabra, ejercitan la misericordia, que es esa hermosa virtud de la que se ha dicho: “Lo propio de Dios es la misericordia”. También la ejercitamos nosotros y hemos de ejercitarla durante toda nuestra vida: misericordia corporal, misericordia espiritual, misericordia en el campo, en las misiones, socorriendo las necesidades de nuestro prójimo; misericordia, cuando estamos en casa, con los ejercitantes y con los pobres, enseñándoles lo que necesitan para su salvación; y en tantas otras ocasiones como Dios nos presenta. (XI, 253) 

COMPROMISO: Imitar con todas nuestras fuerzas al Dios rico en misericordia al que llamamos Padre y pedimos el pan de cada día… 

Oración final
Amado Jesús,
sin ti no puedo amar
ni perdonar a mis enemigos,
cuán difícil debe ser amar
y perdonar a mis enemigos.
Dame un corazón compasivo
y ardiente en caridad,
para amar como tú lo haces,
sin distinción,
buscando el bien de cada uno.
Que mis rencores y envidias
se dispersen como la ceniza,
y quede el perfume agradable
de tu gracia. AMÉN.

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En Power Point (Sor Pilar Caycho, HC)

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