LECTIO DIVINA – DOMINGO 28º TO –Ciclo B
LO HEMOS DEJADO TODO Y TE HEMOS SEGUIDO
LA PALABRA HOY: Sabiduría 7,7-11; Salmo 89; Hebreos 4,12-13; Marcos 10,17-30
Ambientación: Al centro un bastón y unas sandalias, como símbolo del seguimiento de Jesús desde la austeridad.
Cantos sugeridos: Pescador de hombres; Jesús te seguiré; Joven rico
AMBIENTACIÓN:
El Evangelio nos propone el máximo bien al que puede aspirar el ser humano: la vida eterna. El que quiere alcanzarla descubre que merece la pena dejarlo todo y seguir los pasos de Jesús, imitando el ejemplo de los discípulos.
Oración inicial
Señor Jesús, un joven se te acerca
reconociendo que Tú le podías
ayudar a encontrar eso que buscaba,
…la vida eterna,
pero ahí Tú le invitaste a que diera
algo más de sí,
y así se desprendiera de todos sus bienes,
para seguirte y estar contigo,
y ante tu invitación de vender todo
y darlo a los pobres,
y después seguirte,
él fue incapaz de encontrar en ti
su seguridad y su fortaleza,
y no aceptó tu invitación.
Danos Señor, la gracia
de ser conscientes de lo que implica
seguirte y estar contigo,
y ayúdanos a decirte Sí,
y seguirte con todo el corazón
siendo Tú nuestra seguridad y nuestra riqueza,
el sentido de todo lo que somos y tenemos. AMÉN.
LECTIO ¿Qué dice el texto? Marcos 10, 17-30
Motivación: Jesús continúa instruyendo a sus discípulos camino a Jerusalén. El tema central es el Reino de Dios. Es búsqueda en el hombre rico, exigencia de seguimiento, abandono de la riqueza, regalo de Dios, promesa del Maestro. Escuchemos.
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino. se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?”
Jesús le contestó: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre”.
Él le replicó: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño”.
Jesús lo miró con cariño y le dijo: “Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego sígueme”.
Pero él, abatido por estas palabras, se fue entristecido, porque tenía muchos bienes.
Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Que difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!”
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: “¡Qué difícil es para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el reino de Dios”.
Ellos se espantaron y comentaban: “Entonces ¿quién puede salvarse?”
Jesús, mirándolos fijamente, les dijo: “Es imposible para los hombres, más no para Dios. Dios lo puede todo.
Pedro entonces le dijo: “Mira, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”.
Jesús dijo: “Les aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más –casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones-, y en el mundo futuro, vida eterna”.
Preguntas para la lectura:
- ¿Qué gestos tienen el hombre cuando ve a Jesús y qué le pregunta?
- ¿Qué responde Jesús? ¿Qué le pide a aquel hombre para que herede la vida eterna?
- ¿Cómo reacciona el hombre ante la propuesta de Jesús?
- ¿Qué dice Jesús a sus discípulos?
- ¿Qué recompensa tendrán los que sigan a Jesús?
MEDITATIO ¿Qué ME dice el texto?
Motivación: El rico escucha a Jesús desde su riqueza. Cada uno de nosotros, en nuestra circunstancia concreta, si queremos alcanzar la vida eterna tendremos que dejarlo todo, atender a las necesidades de los hermanos que carecen de bienes, e iniciar el camino tras Jesús.
- ¿Jesús tiene tanto atractivo en mi vida como para dejarlo todo en sus manos y seguir tras él?
- ¿Cuáles son las cosas que me separan del Señor, esas cosas en las que estoy aferrado, eso que ocupa el centro de mi corazón y de mi vida?
- ¿Hasta dónde llega mi desapego a las riquezas?
- ¿Qué estoy haciendo para vivir cada vez más en comunión con el Señor, para que mi vida sea expresión viva de su amor y de su proyecto?
ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: “Jesús le miró fijamente con cariño…” Cada llamada al seguimiento va acompañada de esta mirada cariñosa de Jesús, de su invitación a crecer en intimidad con él. Sabemos de nuestra incapacidad para hacer en solitario el camino del Reino: el Señor, para quien todo es posible, es nuestro guía y nuestra fuerza.
- Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración. También, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 89).
CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente exalta la pobreza de Jesús y de todos aquellos que quieren seguirle:
“…Bienaventurados los pobres de corazón y de afecto, porque su herencia es el reino de los cielos. Esa es la primera razón que el Salvador del mundo alega para llevar a los hombres al amor de la pobreza: los pobres son bienaventurados. ¡Qué gran razón para amar la pobreza, pues es ella la que nos da la felicidad! Pero ¿en qué consiste esa bienaventuranza? Hela aquí, como una segunda razón para confirmar la primera: porque de ellos es el reino de los cielos. Y después de estas razones, nos enseña lo que es la pobreza. Cuando aquel joven fue a buscar a nuestro Señor para que le dijera lo que tenía que hacer para asegurar su salvación, Jesús le dijo: véndelo todo, no te reserves nada. Así dice y explica perfectamente en qué consiste la pobreza: en una perfecta renuncia a todas las cosas de la tierra; una renuncia completa… (XI,171)
Compromiso: Me esforzaré esta semana por dejar alguna de esas “riquezas” que me impiden seguir con libertad y generosidad a Jesús.
Oración final
Sólo tú, Señor de la verdad,
conoces el fondo de nuestro corazón…
Tú das valor a nuestras acciones
y sólo tú puedes convertirlas
en sabias y acertadas.
Renuévanos en Cristo tu Hijo,
sabiduría eterna y verdadera,
para que elijamos la mejor parte,
para que te busquemos siempre a Ti
y a nuestros hermanos,
en todo aquello que decidamos y hagamos.
Ilumínanos con tu Palabra
y no dejes que nuestro corazón
se entristezca equivocado
al escuchar tu llamada al seguimiento
y al encuentro de tu rostro
en la causa de los más pobres y pequeños. Amén.