LECTIO DIVINA – DOMINGO 25º TO –Ciclo B
EL PRIMERO SEA EL SERVIDOR DE TODOS
LA PALABRA HOY: Sabiduría 2,17-20; Salmo 53; Santiago 3,16-4,3; Marcos 9,30-37
Ambientación: Al centro: una cruz y un cirio, fotografías de hombres y mujeres que han destacado o destacan por su actitud de servicio en la comunidad.
Cantos sugeridos: Jesús, estoy aquí
AMBIENTACIÓN:
Jesús anuncia nuevamente su Pasión y da una nueva instrucción a sus discípulos: sólo desde la humildad y el servicio se puede llegar a un verdadero conocimiento de Jesús. La ambición y los deseos de poder sólo generan luchas y conflictos. Los seguidores de Cristo estamos llamados a una vocación mucho más hermosa: sembrar paz que sea capaz de dar frutos de justicia.
Oración inicial
Señor Dios nuestro,
Tú eres para nosotros, tus pequeños,
el supremo defensor en el peligro.
En tu mano transcurre nuestra existencia
pequeña y necesitada
de tus cuidados y de tu amor.
Danos la sabiduría que viene de ti,
para que en medio de toda adversidad,
de todo peligro y de toda sombra,
no desesperemos ni seamos confundidos
los que confesamos tu nombre de Padre.
Y haz de nosotros,
Servidores constantes
De tu cuidado hacia los pequeños,
en quienes Tú has puesto
el secreto de tu Reino.
Amén.
LECTIO ¿Qué dice el texto? Marcos 9,30-37
Motivación: El verdadero discípulo no buscar ser el mayor, el más grande, sino aquel que modela la propia vida como servicio a Dios y a los pequeños, servicio que pasa por el camino de la cruz, como el gesto más grande del amor, la entrega y la generosidad. Escuchemos.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía:
– “El Hijo del hombre va a ser entregado, en manos de los hombres, y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará”.
Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaum, y, una vez en casa, les preguntó:
– “De qué discutían por el camino. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: – “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos”.
Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: “El que recibe a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, no me recibe a mí, sino al que me ha enviado”.
Preguntas para la lectura:
- En este nuevo anuncio de la pasión, ¿qué aspectos subraya Jesús claramente?
- En la discusión por el camino, ¿cuáles son los valores que preocupan a los discípulos? ¿Qué valores pone Jesús en primer lugar?
- Según Jesús, ¿qué implica el “recibir”, “acoger” a un “pequeño”?
MEDITATIO ¿Qué ME dice el texto?
Motivación: En verdad, también podemos encontrarnos reflejados en la experiencia de los discípulos. Nuestra vida de fe, nuestro seguimiento está lleno de luces y sombras, de incomprensiones. Nos cuesta entender que la presencia y bendición de Dios pasa por la entrega y el sufrimiento. Ahora nos fijamos en estas escenas y reflexionamos sobre nuestra vida.
- ¿Por qué caminos busco el rostro de Jesús?
- ¿Qué implica ser el “servidor de todos”, el “último de todos”? Este ideal, ¿está presente en mi vida o busco, también, el poder, ser el primero en todo?
- ¿A qué pequeños concretamente acojo, recibo, en el nombre de Jesús?
- ¿Busco vivir mi fe en actitud de servicio, estando disponible para ayudar a los que necesiten y de esa manera soy capaz de salir al encuentro de aquellos que precisan de mí, aún sin esperar de ser llamado?
ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Esta enseñanza también está dirigida a cada uno de nosotros. La humildad y el servicio no son dos valores que hoy gocen de gran aprecio en nuestra sociedad. Por eso, vamos a ponernos en actitud de oración para pedirle al Señor su luz y su fuerza, que nos ayude a ser servidores humildes y generosos del Reino.
- Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
- Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 53).
CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: Para san Vicente, la humildad debe comprenderse y vivirse, sobre todo en relación con el servicio de los pobres. La humildad es, pues, la virtud del servicio. A los misioneros les dice:
“Lo que más me ha impresionado de lo que se ha dicho hoy y el último viernes, es lo que se ha indicado sobre nuestro Señor, que era el señor natural de todo el mundo y que se hizo sin embargo el último de todos, el oprobio y abyección de todos los hombres, ocupando siempre el último lugar en cualquier sitio que se encontrase. Quizás creáis, hermanos míos, que un hombre es muy humilde y que se ha rebajado mucho cuando ha ocupado el último lugar. ¿Pues qué? ¿Se humilla un hombre ocupando el lugar de nuestro Señor? Sí, hermanos míos, el lugar de nuestro Señor es el último. El que desea mandar, no puede tener el espíritu de nuestro Señor; este divino Salvador no ha venido al mundo a ser servido, sino a servir a los demás” (XI, 59)
Y a las hermanas: “La verdadera hija de la Caridad es la que lleva el ropaje de la caridad y de la humildad, la que siente un gran amor al desprecio, la que cree que va a fracasar en lo que se le ordena y que lo estropea todo en donde está. Hijas mías, si ven entre ustedes a una hermana así, digan: “Esa es una verdadera hija de la Caridad; nunca la hemos visto hacer o decir nada que pudiera tender a buscar la propia estima”. (IX, 1069)
Compromiso:
- Ser el último y el servidor de todos. ¿Cómo, con quiénes? ¿Qué actitudes de servicio están faltando en nuestra convivencia diaria?
Oración final
Señor Jesús,
ayúdame a ser el más importante,
el primero, por ser el que más ama,
el que más ayuda,
el que más se brinda por el otro,
el que está pendiente para ayudar
el que más actúa como Tú.
Tú que nos has mostrado el camino,
siendo Tú Aquel que has venido,
no para ser servido sino para servir
y dar la vida por muchos,
te pido que me ayudes a actuar como Tú
y ser capaz de dar la vida como lo hiciste Tú. AMÉN