LECTIO DIVINA – 5º DOMINGO CUARESMA – B

SI EL GRANO DE TRIGO NO CAE Y MUERE…

LA PALABRA HOY: Jeremías 31,31-34; Salmo 50; Hebreos 5,7-9; Juan 12, 20-33
Ambientación: Cruz, espigas, granos de trigo
Cantos sugeridos: En mi Getsemaní; Victoria, tú reinarás

AMBIENTACIÓN:
La Alianza nueva y definitiva es el tema que hoy se nos propone como preparación última a las fiestas pascuales. Cristo, grano de trigo que se rompe, va a dar el fruto de la redención. Renovemos nuestro interés y nuestra ilusión al sentir tan cercano el abrazo decisivo con el que Dios se va a hacer nuestro aliado.

Oración inicial
Señor Jesús
…ha llegado la hora…. es el momento…,
todo fue preparación,
ahora debes amar hasta el final,
hasta derramar tu sangre,
hasta dar la vida, es la hora, es tu hora.
Es el momento del anonadamiento,
del sufrimiento, de la pasión,
de la crucifixión, de la muerte,
y así vas al encuentro de tu cruz,
no te llevan, ni te quitan la vida,
sino que vas a su encuentro, la aceptas,
la asumes, le das sentido de redención.
Tú también nos invitas a seguir
tus pasos, tu misma suerte.
Tú nos invitas a estar contigo,
a darle un sentido nuevo a la vida,
a que perdiéndola la conservemos
para la vida eterna.
Danos Señor danos la gracia de actuar como Tú,
de amar y servir como Tú,
sabiendo morir para vivir
plenamente en ti, por ti  y para ti. Que así sea.

LECTIO ¿Qué dice el texto? Juan 12,20-33

Motivación: Juan incluye como parte de la glorificación de Cristo el romperse como grano de trigo para dar fruto, y el ser elevado sobre la cruz como paso a la resurrección. Un modo sorprendente de entender la gloria… el modo de Dios. Escuchemos: 

En aquel tiempo, entre los que habían venido a celebrar la fiesta había algunos griegos; éstos, acercándose a Felipe, el de Betsaida de Galilea, le rogaban: “Señor quisiéramos ver a Jesús”
Felipe fue a decírselo a Andrés; y Andrés y Felipe fueron a decírselo a Jesús.
Jesús les contestó:” Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo del hombre.
Les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se desprecia a sí mismo en este mundo se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga; y donde esté yo, allí también estará mi servidor. A quien me sirva, el  Padre lo premiará.
Ahora mi alma está agitada, y ¿qué diré?: Padre, líbrame de esta hora. Pero si por esto he venido, para esta hora. Padre glorifica tu nombre”
Entonces vino una voz del cielo: “Lo he glorificado y volveré a glorificarlo”.
La gente que estaba allí y lo oyó decía que había sido un trueno; otros decían que le había hablado un ángel.
Jesús tomó la palabra y dijo: “Esta voz no ha venido por mí, sino por ustedes. Ahora va a ser juzgado el mundo; ahora el príncipe de ese mundo va a ser echado fuera. Y cuando yo sea elevado sobre la tierra atraeré a todos hacia mí”.
Esto lo decía dando a entender la muerte de que iba a morir. 

Preguntas para la lectura:

  • ¿Qué papel desempeñan Felipe y Andrés en este pasaje?
  • Jesús anuncia que ha llegado la hora de ser glorificado. ¿A qué se refiere concretamente Jesús?
  • A continuación, propone tres pequeñas parábolas. ¿Las reconoces? ¿Cómo aplica Jesús estas enseñanzas a la vida del creyente?
  • ¿Qué siente Jesús ante su destino próximo? ¿Qué significa lo que dice la voz del cielo?
  • ¿Qué consecuencias tiene para el mundo la elevación de Jesús en la cruz?

MEDITATIO ¿Qué ME dice el texto? 

Motivación: Nos acercamos al final de la Cuaresma y ante nuestros ojos aparece con más claridad el destino de muerte de Jesús. Junto al anuncio de su glorificación tenemos un programa de vida cristiana y también un camino para dar fruto abundante y participar en su resurrección.

  • ¿Quiero ver realmente al Señor? ¿Quiero creer en Él y en su Palabra?
  • Quisiéramos ver a Jesús… La gente que nos rodea, ¿también quieren ver a Jesús? ¿Soy puente entre ellos y Jesús?
  • La imagen del grano de trigo que muere, ¿cómo motiva nuestro morir a nosotros mismos en el camino de la cuaresma? ¿Qué cosas tienen que morir en mí para que se manifieste la Vida de Jesús?
  • ¿Qué significa para mi vida la cruz de Cristo?

ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?

Motivación: Sólo desde la oración podemos hacer fructificar lo que hoy nos propone la Palabra de Dios: la necesidad de la fe y del servicio, la renuncia y la entrega.

  • Cada participante puede repetir la frase de los griegos, “queremos ver a Jesús”, agregando situaciones de la vida cotidiana donde creemos que es más necesario:
  • Queremos ver a Jesús en el rostro de los más pobres…
  • Queremos ver a Jesús en medio del arduo trabajo de cada día…
  • Queremos ver a Jesús…
  • Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 50).

CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: La misión de Jesús tiene un momento culminante, en su HORA, es cuando el cumplimiento de la voluntad del Padre le lleva al sacrificio de su misma vida por la salvación del mundo. San Vicente desea que los misioneros cumplan la voluntad de Dios con las mismas disposiciones de Jesús:

¿Hay algo que sea más conforme con lo que hizo nuestro Señor, bajando a la tierra para redimir a los hombres de la cautividad del pecado y del demonio? ¿Qué es lo que hizo el Hijo de Dios? Dejó el seno de su Padre eterno, lugar de su reposo y de su gloria. ¿Y para qué? Para bajar aquí, a la tierra, entre los hombres, para instruirles por medio de sus palabras y de su ejemplo, para librarles de la cautividad en que estaban y redimirles. Para ello, llegó a dar su propia sangre. Del mismo modo, padres, hemos de estar nosotros dispuestos a lo que sea: dejarlo todo, nuestras comodidades y nuestros gustos, para servir a Dios y al prójimo. (XI, 310) 

  • Compromiso de la semana: Disponernos a la nueva Alianza que pasa por nuestra reconciliación concreta con Dios mediante el sacramento de la penitencia.

Oración final
Ayúdanos, oh Cristo, maestro verdadero,
para cumplir en los días de la penitencia
La transformación de nuestros corazones.
Tú, la víctima de la nueva alianza,
inscribe en lo más profundo de todos nosotros
la única ley que hace libre e Hijo del Padre:
El mandamiento del amor.
Enséñanos la obediencia,
muéstranos la hora de tu reino cuando nos invites a imitar
tu entrega total al Padre.
Y en el camino de nuestra conversión
permítenos también a nosotros
glorificar el nombre del Padre
en el cumplimiento amoroso de su voluntad.

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