DOMINGO 29 T. ORDINARIO: P. RUBÉN

Queridos amigos, reciban mi cordial saludo en este Domingo “día del Señor”, los tengo en mi oración y cariño.
*Hoy estamos celebrando el Domingo Mundial de las Misiones, “DOMUND”, es la 97 jornada mundial de oración. Y tiene por motivación para este año la reflexión del Papa Francisco comentando la aparición de Jesús resucitado a los discípulos de Emaus (Lc.24,13-35), con el Lema: “CORAZONES ARDIENTES, PIES EN CAMINO”. Ser misionero es avivar en nuestro corazón la fe en Dios, y sentirnos enviados por Dios para dar testimonio de la fe.
Domund, es el llamado a la misión, transmitir nuestra experiencia de fe para que otros también participen de la fe en Jesucristo, nuestro Redentor. Apoyemos el servicio misionero que hace la Iglesia, orando por el aumento de las Vocaciones sacerdotales y laicales, para que no falten misioneros en nuestra Iglesia.
Apoyemos también con nuestro aporte económico que hoy se recolecta en los templos parroquiales.
Apoyemos en nuestras parroquias con nuestro tiempo para el servicio pastoral.
Las lecturas de hoy nos permiten reconocer a Dios como el único Dios, el que nos ha creado y está por encima de los gobiernos de las naciones (Is.45,1-6).
El salmo 95, es una aclamación una oración de alabanza a Dios: “Canten al Señor un cántico nuevo, canta al Señor, toda la tierra. Familias de los pueblos, aclamen al Señor, aclamen la gloria y el poder del Señor”.
San Pablo en la carta a los Tesalonicenses (ITs.1,1-5b), se dirige con alegría a esta comunidad, porque han aceptado la fe en Dios por “la fe, el amor y la esperanza en Jesucristo”, y esto gracias a la acción del Espíritu Santo. Tres virtudes necesarias para la vida del creyente en Dios.
El evangelio de Mateo (Mt.22,15-21) Jesús, ante la pregunta maliciosa de los fariseos y herodianos, responde: “denle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
No se trata de poner al emperador romano a la altura de Dios, se trata más bien de reconocer la grandeza de Dios. El gobierno temporal, por la condición humana, se dirige a Dios como su creador y su justicia, de él viene la salvación y vida eterna.
Los tengo presentes en la misa que celebraré hoy.
Sigamos en oración, oremos por los pueblos para que abran su corazón a Dios para vivir en la paz y concordia humana.
Sigamos invocando al Señor de los Milagros por nuestra patria.
Oh María sin pecado concebida. Ruega por nosotros que recurrimos a Ti.
Bendiciones.