En el domingo XXII del tiempo ordinario el Señor Jesús les dirigía  la palabra a los Fariseos en relación a ocupar los primeros puestos y al dueño de casa le recomendaba que cuando diera un banquete invitase a los pobres, lisiados, cojos y ciegos. Al domingo siguiente el Señor Jesús aparece hablando a la multitud que lo sigue y les hace conocer la condición para ser discípulo suyo: “amarle a Él más que a todos y amar a los demás hasta ser capaces de dar la vida por ellos, por eso es necesario cargar su cruz cada día”. Seguidamente  el domingo XXIV aparece el señor Jesús hablando a publicanos y pecadores que se acercan para escucharle y a los fariseos y escribas que murmuran por la conducta que lleva, eso de juntarse y comer con los primeros a quienes cuenta tres historias, parábolas las llamamos mediante las cuales les hace saber que los perdidos son buscados o esperados sin descanso y la alegría que produce el encuentro debe ser compartida por todos e intenta ayudar a comprender al segundo grupo la razón de su conducta con el primer grupo; hay que ser misericordiosos siempre”. El domingo pasado el Señor Jesús aparece en el evangelio hablando a sus discípulos a quienes aconseja que se debe ganar amigos con el dinero injusto y la razón es para que haya alguien que los reciba e las moradas eternas. Y este domingo vuelve el Señor Jesús a dirigir su palabra a los fariseos a quienes les vuelve a contar una historia donde haciendo contraste los personajes son un hombre rico y un mendigo, uno con sus amigos come espléndidamente y el otro pasa hambre a la puerta del primero pero como en la historia de aquel padre y sus dos hijos, a este pobre no hay quien le alcance un mendrugo de pan, al otro nadie quien le diera aunque sea las algarrobas de las que se alimentaban los cerdos. En la historia con la muerte cambia la suerte de los personajes y quien lo pasaba bien con sus amigos ahora se encuentra en tormento y quien pasaba hambre goza en el regazo de Abraham.

Después de los ruegos de quien fuera rico en esta vida y habiendo recibido negativas busca que los suyos no pasen por la misma experiencia que está pasando él y la respuesta para que ellos no pasen por la misma suerte que está corriendo él es ESCUCHAR A MOISÉS Y A LOS PROFETAS que es una manera de expresar ahora entre nosotros escuchar la PALABRA DE DIOS Y PONERLA EN PRÁCTICA.

Es una buena manera de celebrar este último domingo del mes de la BIBLIA, recordando que no son las apariciones sino el escuchar y poner en práctica la PALABRA DE DIOS lo que nos asegura de saber ciertamente lo que debemos hacer para agradar a Dios, y si recordamos el texto del evangelio del domingo pasado es dar cumplimiento al consejo que daba el Señor Jesús a sus discípulos “gánense amigos con el dinero injusto para  que tengan quien les reciba en las moradas eternas” ya que si no lo hacemos estamos expuestos a correr la suerte del rico de la historia que nos presenta el Señor Jesús en el evangelio de este domingo.

Otra manera también de celebrar la fiesta de San Vicente de Paúl es caer en cuenta que él escucho la PALABRA DE DIOS Y LA PUSO EN PRÁCTICA cuando hace suyas las palabras del Señor Jesús “HE SIDO ENVIADO A EVANGELIZAR A LOS POBRES” y no solamente el sino que busco involucrar a muchos para hacer lo mismo tal vez por eso que tenía presente “NO ME BASTA AMAR A DIOS SI MI PRÓJIMO NO LO AMA”.

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