El evangelio de este domingo nos presenta al Señor Jesús desplazándose por los territorios de Tiro, Sidón, la Decápolis por el camino del lago de Galilea, es así como el Señor Jesús va realizando su misión de anunciar a los pueblos el evangelio de la salvación “a otros también debo anunciar la salvación”, visitando las comunidades y es que el Señor Jesús tiene muy clara su misión y que para eso “el Espíritu del Señor esta sobre Él” que viene en persona y los “resarcirá y los salvará. Se despegarán los ojos del ciego, LOS OIDOS DEL SORDO SE ABRIRÁN, saltará como un ciervo el cojo, LA LENGUA DEL MUDO CANTARÁ”. Todo esto será signo de que el Reino de Dios está ya cerca, es Dios que se hace presente en medio de su ´pueblo y lo salva.
En esta circunstancia de ir visitando los pueblos que están a orillas del camino que está a orillas del lago de Galilea, le presentan un sordo con problemas para hablar y le piden que le imponga las manos y de esta manera el sordo pueda recuperar la capacidad de oír y hablar.
La gente que le presenta al Señor Jesús a la persona sorda y con dificultades para hablar, son tal vez testigos de los signos que hace en favor de los enfermos a quienes les devuelve la salud después de tocarlos o quizá han escuchado hablar sobre el Señor Jesús y sus prodigios en favor de los enfermos, ya que solo así se entiende que hayan realizado la petición que le hacen al Señor, pues “le piden que le imponga las manos.” a aquel hombre con problemas para OIR y HABLAR.
Petición que es atendida por el Señor quien no es indiferente ante el sufrimiento humano, por eso, apartándolo de la gente realiza el gesto de meter los dedos en los oídos del hombre sordo y con la saliva toca la lengua del mismo y pronuncia el “Effetá” que tiene la virtud de abrir los oídos y destrabar la lengua del hombre que está delante de Él, quien recupera la capacidad de OÍR y HABLAR.
Ahora el hombre podrá oír con atención la Palabra del Señor y al escucharla sabrá lo que le corresponde hacer para agradar a Dios, podrá decir con el profeta “habla Señor que tu siervo escucha”. Desde ahora podrá anunciar las maravillas que el Señor hace en favor de su siervo, proclamará las maravillas del Señor y anunciará a los pueblos su salvación…
El relato nos hace saber que EL Señor Jesús le mandó a la gente que no dijeran nada a nadie sobre lo que ellos habían sido testigos pero la gente no le hace mayor caso ya que no podían dejar de proclamar las maravillas que Dios realizaba en favor de su pueblo; como dejar de reconocer y testificar que “todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos” con lo que se nos deja en claro que aquella gente conoce la palabra de Dios revelada por medio del profeta y por lo mismo no pueden callar, no pueden dejar de anunciar las maravillas que dios realiza en favor de su pueblo.