El evangelio de esta semana nos presenta al Señor Jesús enviando a los Doce, de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Este grupo de los Doce está conformado por aquellos a quienes Él antes fue invitando a seguirle, para que junto a Él fueran aprendiendo una manera nueva de relacionarse con Dios y con los hermanos y esta manera nueva pudieran comunicarla a los que ahora ellos son enviados.
El Señor Jesús envía a los Doce para buscar a las ovejas descarriadas, a las perdidas, de Israel para anunciarles una noticia capaz de provocar alegría en quien la escucha, los enviados saben que deben buscar no a los sanos sino a los enfermos para sanarlos, no a los buenos sino a los pecadores para que vuelvan a Dios en la confianza que Él los ama más allá de la condición de vida que están llevando en el momento de escuchar el “EVANGELIO”, es decir la BUENA NOTICIA que provoca alegría en sus vidas.
Al llamar a los Doce para enviarlos con autoridad sobre los espíritus inmundos, el Señor Jesús les da el encargo que para ir donde están siendo enviados, pueden llevar un bastón y sandalias, pero no deben llevar ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja, ni túnica de repuesto.
Este encargo tiene doble objetivo, por un lado expresar una confianza en aquel que da de comer a los pajaritos que no siembran, y que viste a los lirios del campo con sus mejores galas; y por otro lado sirve para acercarse a los que son enviados en igualdad de condiciones de vida y no levantar barreras por la desigualdad y posición entre los enviados y los escuchas, y donde la pobreza los hace depender de la generosidad de los demás para alimentarse y tener un techo donde descansar como viven aquellos a quienes deben entregar el anuncio de la Buena Noticia, la pobreza es tal entre ellos que no hay para ahorrar y por lo tanto no hay dinero suelto en la faja.
De esa manera los Doce aprenderán a depender en la realización de su misión enteramente de Dios y de los demás.
Además el salir pronto al camino para llegar al lugar del envió y encontrarse con los destinatarios del mensaje que llevan, no deja tiempo para prepararse para el camino, con lo que se estaría expresando la urgencia de ir a cumplir la misión a ellos encomendada.
Para el señor Jesús es importante que se anuncie la buena noticia a aquellos que quieran escucharla, aquella Buena Noticia por la cual son invitados a la conversión, es decir a una vuelta confiada al lado de Dios que como un Padre Bueno espera desde la puerta de la casa mirando el horizonte a ver en qué momento aparece el hijo pródigo, que un día se alejó de Él y de la casa paterna y que después de reconocer que ha pecado contra Dios y contra su padre se pone en camino de vuelta a la casa paterna; y la recomendación de quedarse en una casa hasta que se vayan de aquel lugar apuntaría a que ellos no se olviden del calor de la casa paterna donde se vive junto al padre todos los hermanos.
Las señales que acompañan a los enviados servirán para despertar el recuerdo en aquellos que los escuchan de que Dios está cumpliendo su promesa de enviar a su pueblo a uno que viene a salvarlos, y que para reconocerlo le acompañaran las señales de la que ahora ellos son testigos. Los poseídos por espíritus inmundos son liberados, los enfermos son curados, es decir Dios está actuando en favor de su pueblo como señal de que su amor por ellos se mantiene a pesar de las infidelidades del pueblo para con Dios.
PARA TODOS USTEDES VAYA LA REITERACIÓN DE MI DESEO QUE ESTÉN PASANDO UN FELIZ MES DE ANIVERSARIO PATRIO.
SIGAMOS ORANDO PARA QUE NUESTRA NACIÓN SEA SANADA DE TANTAS DOLENCIAS QUE LA AQUEJAN EN ESTOS DÍAS…