Con la celebración de la fiesta solemne de JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO en el domingo XXXIV del tiempo ordinario damos inicio a la última semana de este año litúrgico, del ciclo B, que termina para dar paso al inicio de un nuevo año litúrgico, del ciclo C, con la celebración del primer domingo de Adviento.
El evangelio de este domingo nos presenta al Señor Jesús delante de Pilato, quien lo interroga sobre si “¿Eres tú el rey de los judíos? Y esto porque al entregarlo las autoridades judías a Pilato han acusado al Señor Jesús de proclamarse rey, lo cual representa un cargo grave dentro del Imperio Romano, pues estaría socavando la autoridad del emperador.
En este diálogo que se da entre Pilato y el Señor Jesús se va decantando de que naturaleza es el reino del Señor y cuál es su finalidad.
El Señor Jesús contesta a la pregunta de si ¿Eres tú el rey de los judíos? Con una respuesta que desconcierta “… mi reino no es de este mundo… pero mi reino no es de aquí”, por el contexto de la pregunta acaso debemos entender que Él no es el rey de los judíos y por lo tanto su reino es mucho más extenso, abarca a muchos más pueblos, es acaso el rey para todo el mundo. Por lo menos así lo deja entrever el Señor Jesús cuando afirma que “…yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo…” y su manera de ser rey es haciéndose testigo de la verdad y la finalidad de su venida y su ser rey es que la gente que es de la verdad escuche su voz, voz que ya la fueron escuchando los desechados de su tiempo a quienes lo que anunciaba el Señor Jesús de lo que había escuchado a su Padre les sonaba a BUENA NOTICIA, a EVANGELIO.
En tiempos del Señor Jesús el ser Rey suponía el ejercicio del poder sobre el pueblo gobernado y muchas veces este poder iba acompañado de abuso contra el pueblo, expresado en altos impuestos que eran imposibles de pagar y por lo tanto quienes no podían pagar terminaban perdiendo su libertad para convertirse en esclavos. Por eso en alguna oportunidad el Señor Jesús advertía a los suyos, que discutían quien era el más importante en el grupo, que no podían comportarse como los que ejercen autoridad ya que tiranizan a su pueblo; al contrario entre ellos el que quería ser el primero debía hacerse el último el servidor de todos. El mismo en otro momento declara que no ha venido a ser servido sino a servir. Es decir ya desde antes tenía claro que el ejercicio del poder y la autoridad tenía que ser diferente entre ellos.
Por eso el Señor Jesús pone distancia entre el ideal de reino o imperio que maneja la gente en este caso Pilato para dar a conocer que hay una manera diferente de ejercer la autoridad y el poder y eso es haciéndose servidor en este caso de la verdad y de los que quieran escuchar su voz.
QUE TODOS RENOVEMOS NUESTRO COMPROMISO DE HACERNOS SERVIDORES DE LOS DEMÁS PARA QUE LA AUTORIDAD Y REALEZA SE DIOS SE MANIFIESTE EN FAVOR DE LOS DEMÁS…
FELIZ FIESTA SOLEMNE DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO.