El evangelista este domingo nos sigue presentando al Señor Jesús instruyendo a sus discípulos a quienes en un primer momento les enseña que deben actuar como los verdaderos profetas y cuidarse de actuar como los falsos profetas y que para eso deben aprender de su Padre que está en el cielo quien ama a todos sin dejar a nadie fuera de su amor, que es bueno con todos y “que hace salir el sol sobre justos e injustos” al igual que la lluvia, que es generoso con todos pues a todos los hace participar de sus bienes.
Hoy la enseñanza tiene que ver con la misión que ellos van a desempeñar en favor de los demás: CONDUCIR, AYUDAR Y FRUCTIFICAR y al practicar esto entonces estaremos siendo BONDADOSOS como lo es Nuestro Padre que está en el Cielo.
De ahí que busca con su enseñanza que sus discípulos estén preparados para CONDUCIR a sus hermanos al encuentro de su Padre Dios que está en el cielo, y para eso ellos primero deben aprender cómo se debe vivir como hijos de Dios, haciendo lo que ven que Él hace, de tal manera que no sean como ciego que conduce a otro ciego, por el contrario deben aprender de su Padre Dios para llegar a actuar como actúa Él, deben comportarse como discípulos que aprende de su maestro y llega a ser como su maestro. Porque “¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo? Un discípulo no es más que su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como su maestro”
El profeta esta llamado por Dios para AYUDAR a que su pueblo conozca cual es el plan de Dios en favor de todos y conociéndolo puedan todos avanzar seguros hacía la meta. De ahí que cuando el profeta recibe la palabra de Dios lo primero que hace es revisar su vida a la luz de la palabra recibida y verificar si él está viviendo conforme a esa palabra, y si no lo está, busca acomodar su comportamiento para ajustar su vida a la palabra de Dios; luego como un segundo acto anuncia esta palabra a sus hermanos para que también ellos puedan ajustar sus propias vidas a la palabra de Dios que les ha sido dirigida por medio del profeta. De allí que el Señor Jesús les diga a sus discípulos “¿Por qué te fijas en la astillita que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “hermano, déjame que te saque la astillita de tu ojo”, sin fijarte en la viga de tu ojo”
En tercer lugar y como para que tengan como referencia si están realizando la voluntad de Dios esto se puede verificar en los frutos de buenas obras que van realizando a lo largo de toda su vida de ahí la aseveración que hace “No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno. Cada árbol se conoce por su fruto…” FRUCTIFICAR frutos buenos o malos tiene que ver con los actos que vamos realizando en nuestra vida en favor de los demás, porque recordemos si bien los frutos los produce la planta estos frutos los aprovecha la gente, es decir los frutos son en favor de los demás, por lo que debemos cuidar que el bien que hacemos sea en favor de los demás como vemos que hace nuestro buen Padre Dios que hace el bien a todos.
Pedimos al Señor que enriquezca nuestro corazón con su bondad para también nosotros ser BONDADOSOS con todos y para que nuestra boca hable siempre bien de Dios y de los demás.