A propósito de esta fiesta solemne del Señor de los milagros es bueno recordar un detalle que suele pasar desapercibido para muchos y que tiene que ver con la utilidad de las pinturas, imágenes y vitrales en la evangelización de los pueblos, teniendo en cuenta la dificultad de contar con textos de la sagrada escritura al alcance del pueblo de Dios, pensemos en tiempos donde no se ha inventado la imprenta y que los textos debían ser copiados a mano, o en la necesidad de contar con permiso de la autoridad competente para tener en casa la sagrada escritura, por no mencionar el costo de los mismos.
Las pinturas, las imágenes y los vitrales en los lugares de culto servían muy bien para poder dar a conocer pasajes importantes de la historia de la salvación, de tal manera que en los templos existía una persona encargada para explicar el sentido de lo que la gente estaba contemplando y de esta manera esa persona después de escuchar atentamente el mensaje era capaz de repetirlo a su familia o vecinos según se diera la ocasión.
Teniendo esto en cuenta es bueno recordar que la pintura realizada en aquella pared de adobes en las afueras de Lima de aquel entonces, donde se ubicaba la “Zona de Pachacamilla” lugar donde se ubicaron numerosas familias de Angola, procedentes de la costa atlántica de África Occidental… compartiendo su triste suerte… junto a los demás esclavos de otros grupos étnicos, poblaban la zona.
Es así que “un inspirado negro esclavo de origen angola, llevado por impredecible y superior impulso, pinto en la pared del local de la cofradía la imagen del Redentor Crucificado para que patrocinara sus reuniones y les sirviese de guía”. Todo esto sucedió allá por el año de 1651 como queda registrado en “los documentos oficiales… y libros impresos en siglos pasados”.
Como nos podemos imaginar la imagen pintada sirvió para evangelizar a los que habiendo sido arrancados de sus territorios de manera violenta y vendidos como esclavos, podían reconocer su propia suerte en la suerte que corrió el mismísimo Hijo de Dios, que siendo el Hijo del Rey del Mundo no solamente fue tratado como los estaban tratando a ellos, sino que lo hicieron sufrir hasta matarlo en la Cruz. Ese que estaba en la cruz compartía con ellos la misma suerte de padecimientos, abusos y muerte.
Aunque inicialmente la imagen era solo del Señor crucificado luego se añadieron la imagen de la virgen dolorosa que se aprecia de pie y de la Magdalena a quien se aprecia de rodillas cada una a un lado de la cruz y por último se añadió la imagen del Padre eterno y la del Espíritu Santo en forma de paloma. De tal manera que ahora es así como se puede contemplar la imagen actualmente. (Datos tomados de “La verdadera historia del Señor de los Milagros, Raúl Banchero Castellano, 1976)
Ahora permítase me hacer una lectura de la imagen del señor de los Milagros teniendo en perspectiva el uso que se le daba a estas imágenes para realizar la tarea evangelizadora:
INFANCIA DE JESÚS: La imagen de la virgen dolorosa hace referencia al pasaje evangélico de la presentación del niño Jesús en el templo “En Jerusalén vivía un hombre justo y piadoso, llamado Simeón, que esperaba la salvación de Israel… Simeón los bendijo, y a María, la madre del niño, le dijo: «Tu hijo ha venido para que muchos en Israel caigan o se levanten… En cuanto a ti una espada te atravesará el corazón.
BAUTISMO DEL SEÑOR: En la parte superior de la pintura se puede reconocer parte del evangelio que nos narra el bautismo del Señor Jesús en el río Jordán por San Juan Bautista “Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.” (Mt 3, 16-17)
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.” La imagen del Padre eterno aparece en un vació que hay entre las nubes y más abajo una paloma blanca que representa al Espíritu Santo descendiendo sobre el Señor Jesús.
RESURRECCIÓN DEL SEÑOR JESÚS: En la imagen que se contempla al otro lado de la cruz se aprecia a un personaje de rodillas y con un pañuelo en la mano como quien se seca las lágrimas hace referencia al pasaje de la resurrección del Señor Jesús y su encuentro con María Magdalena ” María se quedaba llorando fuera, junto al sepulcro… Jesús le dijo: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella creyó que era el cuidador del huerto y le contestó: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo me lo llevaré.» Jesús le dijo: «María». Ella se dio la vuelta y le dijo: «Rabboní», que quiere decir «Maestro». Jesús le dijo: «Suéltame, pues aún no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre, que es Padre de ustedes; a mi Dios, que es Dios de ustedes.» María Magdalena se fue y dijo a los discípulos: «He visto al Señor y me ha dicho esto.»” (Jn 20, 11-18)
TESTIMONIO DEL AMOR DE DIOS POR TODOS NOSOTROS: Dominando la parte central de la pintura contemplamos al Señor Jesús crucificado testimoniando el gran amor que nos tiene, amor que le lleva a entregar su propia vida para salvar nuestras vidas librándonos de los pecados: “En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: “Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto.
Este es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. (Jn 15,9-17)
JESUCRISTO AYER HOY Y SIEMPRE: En los extremos de la cruz donde están las manos clavadas del Señor Jesús podemos ver a un lado la imagen del sol y al otro extremo la imagen de la luna que estarían señalando el día y la noche, es decir hablan del tiempo y entonces podemos recordar aquel pasaje de la carta a los Hebreos donde se da a conocer al Señor Jesús como el Señor del tiempo y junto a ello el consejo de mantenerse firme en la fe recibida: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. no se dejen llevar por doctrinas diversas y extrañas, porque cosa buena es para el corazón el ser fortalecidos con la gracia” (Hb 13, 8-9)
EN LA ACTUALIDAD: Como vemos la primera misión de la imagen fue ayudar en la evangelización de las gentes aunque al igual como aparece en los evangelios la gente buscaba al señor para que les sanara a sus enfermos, es decir le buscaban por las señales prodigiosas que realizaba en favor de los desposeídos de su tiempo y como en aquel tiempo los desposeídos de este tiempo lo siguen buscando por lo que hace en favor de ellos. Que llegue el día en que comprendamos que el vino para que nosotros aprendiéramos que debíamos hacer la voluntad de nuestro buen Padre Dios, como Él fue capaz de realizar la incluso aceptando la muerte en cruz por amor a nosotros.
FELICES FIESTAS SOLEMNES DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS…
