EL MESÍAS VIENE
Hemos terminado un año litúrgico, y todos tendríamos que preguntarnos a manera de evaluación: ha pasado Jesús en nuestra vida, ¿nos hemos dado cuenta de ello?; ¿realmente Jesús ha hecho vida en nuestra propia vida?
Hoy en día estamos asistiendo en todo el mundo a “una marea de manipulación de información” muy fuerte que “hasta nos quiere quitar la paz”. Me refiero al tema “de la cercanía del fin del mundo”: predicciones van y vienen, y mientras más se cree en ello, más incertidumbre se origina, más miedo se siembra. Muchos, además, hasta aprovechan de “llenar sus arcas” a la luz de todo esto. Esto es terrible, hasta clama al cielo. Cuidado por favor con esto.
Para el profeta Jeremías, la llegada del Mesías suscitará la práctica de la justicia y promover el derecho en la tierra: “haré brotar para David un legítimo descendiente que ejercerá la justicia y el derecho” (Jer.33,14-16). Cuánto adolece nuestro mundo de la práctica de los valores, de manera particular el respeto por la vida. Se inaugura un tiempo nuevo llamado ADVIENTO: es la preparación para la llegada de Jesús en la navidad. ¿Cómo encontrará Jesús a este mundo cuando Él venga? No todo está perdido: “En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos”. Vemos, que el deseo del profeta es que, por la llegada del Mesías, todos experimenten la salvación y la paz de Dios.
Para el apóstol San Pablo, la llegada del Mesías tiene que suscitar el deseo de ser santos y de vivir la fraternidad: “Que él fortalezca sus corazones para que cuando Jesús, nuestro Señor vuelva acompañado de todos sus santos, ustedes se presenten ante Dios, SANTOS E IRREPROCHABLES” (1Tes.3,12-4,1-2). Adviento, tiempo para esperar al Mesías, pero desde el aceptar el reto de agradar a Dios cada día.
¿Cómo será la llegada del Mesías según Lucas?: “Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria” (Lc.21,25-28.34-36). Adviento es un tiempo para contemplar a Dios que viene con poder, es un tiempo para reconocer que Dios tiene autoridad sobre nuestra vida, nuestra historia y sobre la creación. Adviento es un tiempo para escuchar la voz de Dios que nos dice: “alcen la cabeza, se acerca su liberación”. ¿Estás desganado, sin paz y sin esperanza?: levántate, se acerca el Mesías para liberarte. ¿Estás sin ganas de vivir?, recuerda que viene Jesús, levántate, se acerca tu liberación. ¿Perdiste la fe, la esperanza, el amor? Levántate que viene Jesús, con autoridad a cambiar “tu luto en danzas”, tu desesperanza en esperanza, tu enfermedad en salud, tu tristeza en cantos de liberación. Él y no otro viene.
Vigilancia y oración, es la recomendación de Jesús. Son dos “armas espirituales” muy fuertes que todo cristiano no debe rechazar para desterrar de nuestra vida aquello que no es santo, aquello que no es de Dios, aquello que quiere distraer mi vida. Abiertos a la gracia y aferrados a Jesús, qué gran reto para cada uno en particular y para todos en general.
No podemos vivir al margen de Dios. Es todo un reto permanente: seguir, servir, proclamar y amar a Jesús cada día de nuestra vida. El Mesías viene, estemos preparados.
Con mi bendición.