EL CARISMA VICENTINO: SEGUIR A CRISTO EVANGELIZADOR Y SERVIDOR DE LOS POBRES
OBJETIVO: Tomar conciencia que el carisma vicentino es una opción para servir a Dios en la persona de los pobres
Cuando hablamos de Carisma nos referimos a la gracia que Jesús deposita en el corazón de las personas. Aquellos que le descubren en el caminar de su vida no hacen más que seguirle con alegría y compromiso. Así le pasó a Vicente de Paúl, aunque, al principio, sus intereses personales no eran tan santos, Dios le salió al encuentro para transformarlo y encargarle una gran misión: evangelizar y servir a los pobres.
Señalaremos algunas características que manifiestan el carisma vicentino; estos elementos se van dando unidos en una sólo experiencia, de forma que, aunque los separemos para reflexionarlos, en la vida cotidiana y se deben dar todos juntos.
- La centralidad de Jesucristo, evangelizador de los pobres
No hay nada mas importante en la experiencia espiritual de un vicentino que la centralidad de la experiencia de Jesucristo como evangelizador y servidor de los pobres. Desde aquí descubre y sigue a Jesús que vive cercano a los pobres, que les escucha, les asiste les perdona, les da de comer, camina con ellos y les anuncia que el Reino de Dios es para ellos y para todos aquellos que se hacen como ellos. Por eso un texto que nos identifica es el de Lucas 4, 16 – 19:
16.Llegó a Nazaret, donde se había criado, y el sábado fue a la sinagoga, como era su costumbre. Se puso de pie para hacer la lectura, 17.y le pasaron el libro del profeta Isaías. Jesús desenrolló el libro y encontró el pasaje donde estaba escrito: 18.El Espíritu del Señor está sobre mí. El me ha ungido para llevar buenas nuevas a los pobres, para anunciar la libertad a los cautivos, y a los ciegos que pronto van a ver, para despedir libres a los oprimidos 19.y proclamar el año de gracia del Señor.”
- Amar a Cristo en los pobres y a los pobres en Cristo
Jesucristo en los pobres, los pobres en Jesucristo, son los dos pies que tiene el corazón vicentino para realizar su misión. A los pobres y a Jesucristo los podemos distinguir pero no separar. Así lo entiendo San Vicente a partir de su experiencia con la Palabra de Dios:
34.Entonces el Rey dirá a los que están a su derecha: «Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del reino que ha sido preparado para ustedes desde el principio del mundo. 35.Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer; tuve sed y ustedes me dieron de beber. Fui forastero y ustedes me recibieron en su casa. 36.Anduve sin ropas y me vistieron. Estuve enfermo y fueron a visitarme. Estuve en la cárcel y me fueron a ver.» 37.Entonces los justos dirán: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, o sediento y te dimos de beber? 38.¿Cuándo te vimos forastero y te recibimos, o sin ropa y te vestimos? 39.¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y te fuimos a ver? 40.El Rey responderá: «En verdad les digo que, cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí.» 41.Dirá después a los que estén a la izquierda: «¡Malditos, aléjense de mí y vayan al fuego eterno, que ha sido preparado para el diablo y para sus ángeles! 42.Porque tuve hambre y ustedes no me dieron de comer; tuve sed y no me dieron de beber; 43.era forastero y no me recibieron en su casa; estaba sin ropa y no me vistieron; estuve enfermo y encarcelado y no me visitaron.» 44.Estos preguntarán también: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, desnudo o forastero, enfermo o encarcelado, y no te ayudamos?» 45.El Rey les responderá: «En verdad les digo: siempre que no lo hicieron con alguno de estos más pequeños, ustedes dejaron de hacérmelo a mí. » 46.Y éstos irán a un suplicio eterno y los buenos a la vida eterna. (Mt. 5, 34 -46)
- Servir a los pobres corporalmente y espiritualmente
La Buena Noticia de la salvación no es sólo un anuncio verbal de lo que el hombre necesita para su salvación. Evangelizar es ayudar a los hombres para que tengan una vida digna según el evangelio. Esto lo entiendo San Vicente por eso les dirá a sus misioneros.
“de modo que, si hay algunos entre nosotros que crean que están en la Misión para evangelizar a los pobres y no para cuidarlos, para remediar sus necesidades espirituales y no las temporales, les diré que tenemos que asistirles y hacer que les asistan de todas las maneras, nosotros y los demás (…) Hacer esto es evangelizar de palabra y de obra; es lo más perfecto; y es lo que nuestro Señor practicó y tienen que practicar los que lo representan en la tierra, por su cargo y por su carácter, como son los sacerdotes. Y he oído decir que lo que ayudaba a los obispos a hacerse santos era la limosna” ( XI, 393-394).
- Llevar un amor afectivo, efectivo y creativo y contagioso
El amor que es compasión, afecto y sentimiento profundo se termina haciendo efectivo: un servicio emprendido con alegría, con entusiasmo y constancia. Este amor es infinitamente inventivo, busca y encuentra recursos, organiza e inventa formar de caridad y de dar vida. Por eso San Vicente diría: no me basará con amar a Dios si mi prójimo no lo ama” o también: “ el Hijo de Dios se hizo hombre… no sólo para que nosotros fuéramos salvados, sino también salvadores como él. San Vicente contagio ese amor que descubrió y vivió: gente de toda clase y condición, señores y señora de las caridades, a altas damas y humildes campesinas todos al servicio de los mas necesitados.
- Sirven al pobre con el contacto personal
Desde el carisma vicentino se sirve la pobre en contacto directo y personal. Somos vicentinos porque estamos con el pobre, lo conocemos en persona; los programas para asistirlo se elaboran no desde esquemas teóricos, sino desde la experiencia de estar con él. Para nosotros nada puede suplir el contacto directo con los pobre. De ellos aprendemos lo que debemos hacer. Por eso san vicente nos dirá que si en un día vamos diez veces a ver a un pobre, diez veces encontraremos a Dios.
- Somos misioneros
Un vicentino es misionero porque sale al encuentro de los demás. Jesús es el misionero del Padre. San Vicente es el misionero que sale de sus planes y proyectos para convertirse en el ser para los demás. Convoca a mujeres y hombres para salir de si mismos e ir a los pobres, no sólo de Francia sino de todo el mundo. La disponibilidad y movilidad son actitudes fundamentales del carisma.
“Nuestra vocación consiste en ir, no a una parroquia, si sólo a una diócesis, sino por toda la tierra; ¿para qué? Para abrazar los corazones de todos los hombres, hacer lo que hizo el Hijo de DIos. (XI 553)
- Contemplativos en la acción
El vicentino no es un contemplativo en el sentido riguroso de la palabra, como un monje que invierte las horas principalmente en la oración, pero tampoco es un hombre que se pierde en las actividades de servicio a los más pobres. Contemplación/oración van unidas en la vida del vicentino, se nutren entre sí y se influyen mutuamente.
Por eso San Vicente nos dirá que con la oración seremos capaces de ser todo lo que DIos nos pida:
“Dame un hombre de oración y será capaz de todo; podrá decir con el Santo Apostol: Puedo todas las cosas en Aquel que me sostiene y me conforta. La Congregación durará mientras se practique fielmente el ejercicio de la oración” (XI 778)
Preguntas:
¿Qué opinas de los textos bíblicos de Lucas 4, 16 -19 y de Mateo 25, 34- 46?
¿Te sientes llamado a servir a Jesucristo en los pobres?
¿Cómo puedes ser misionero a partir de tu vida cotidiana?
¿La oración es el medio principal para realizar tu apostolado?
ORACIÓN DE LA FAMILIA VICENTINA
Señor Jesús, Tú que quisiste hacerte pobre, haz que tengamos ojos y corazón
para los pobres,
Y que te reconozcamos a Ti en ellos:
En su sed, en su hambre, en su soledad, en su desventura.
Suscita en nuestra Familia Vicentina la unidad, la sencillez, la humildad y el fuego de la caridad
que abrazó a San Vicente de Paúl. Danos fortaleza para que,
fieles a la práctica de estas virtudes, podamos contemplarte y servirte en la persona de los pobres, y un día unirnos a Ti y a ellos en tu Reino.
AMÉN