Toda fiesta se prepara con anticipación. Si un invitado importante asistirá a la fiesta, con mayor razón. La preparación consiste, entre otras cosas, en preparar el lugar de la fiesta, limpiarlo, decorarlo y hacer lo posible para que el invitado se sienta a gusto. La navidad también es una fiesta, con un gran invitado, Jesús. En Navidad celebramos el nacimiento del Hijo de Dios, su entrada al mundo, inicio de nuestra salvación. Es un evento que debería tener todos los elementos de una fiesta. Y como toda fiesta, la Navidad también se debe preparar con anticipación. El Adviento es el tiempo de preparación de la Navidad.
Como la Navidad es una fiesta espiritual, la preparación de esta fiesta también es espiritual. Es nuestra alma la que debe estar lista para recibir al gran invitado de la Navidad. Por esta razón, durante el Adviento estamos invitados a preparar nuestro espíritu con la oración, la penitencia y otras prácticas que ayudan a “limpiar” o “acondicionar” el ámbito donde debemos recibir a Jesús en Navidad: nuestra alma. Una de estas prácticas es la celebración en torno a la corona de Adviento.
La celebración de la corona de adviento consiste en la oración y la meditación de la Palabra de Dios, sobre todo de aquellos textos que nos hablan de la venida de Jesús. Existen muchos tipos de oraciones para esta celebración. Nosotros ponemos ante ustedes unas fichas que, aparte de contener textos bíblicos escogidos, también incluyen frases de San Vicente de Paúl, con la intención de agregarle el toque vicentino a la celebración navideña.
Esperamos que este subsidio para el adviento, les ayude a prepararse para la gran fiesta de la Navidad. Mientras mejor preparada esté la fiesta, mejor se disfrutará de ella, incluyendo el invitado.
TERCER DOMINGO DE ADVIENTO – PASTORAL VOCACIONAL Seguimos con entusiasmo éstas enseñanzas tan útiles!
Ésta vez nos toca la vela rosada, alegría enorme! El Niñito Dios ya está muy cerca,,,Estamos listos para recibirlo? Si todavía no hemos hecho nada no perdamos tiempo que nos sorprenderá con la “casa sucia” y sin que invitarle,,,Que verguenza No? Mejor aceleremos nuestros planes y que nuestro invitado se sienta muy contento y abrigadito. Gracias Misioneros Vicentinos por ésta gran labor. Que Dios los Bendiga!