Los días 9 y 10 de diciembre en el distrito de Sauce, provincia de San Martín, se desarrolló, una convivencia vocacional con 15 jóvenes de la parroquia Virgen de los Remedios. Se dio inicio a la convivencia con una oración, en la cual nos pusimos en manos de Dios para que él nos guie en estos días. Luego a orillas de la laguna Azul el Seminarista Bryan Palomino nos compartió cómo sintió él la llamada que Dios le hizo a la vida sacerdotal en la Congregación de la Misión. Por la tarde nos dirigimos a un centro recreacional campestre, donde los jóvenes demostraron sus habilidades para el deporte como el futbol y la natación, quedando claro que son jóvenes con mucha energía y gran capacidad para divertirse. Ya en la noche prendimos la fogata y todos exhibieron alrededor del fuego sus cualidades para realizar dinámicas, se creó un ambiente festivo. En seguida todos sentados alrededor de las brasas comenzamos a reflexionar sobre cómo es que Dios nos llama en nuestras vidas, algunos jóvenes se animaron a contar cómo es que Dios los llamó a participar en un grupo parroquial. Posteriormente se les explicó que la vida matrimonial, la vida consagrada – sacerdotal, son llamadas (vocaciones) que Dios nos hace y que muchas veces debemos saber discernirlas. Después de todas estas actividades nos dispusimos a descansar para retomar fuerza para el día Domingo.
Nos despertamos con el alba y los sonidos que ocasiona la naturaleza, ya que habíamos acampado en medio de la “selva”. Seguidamente nos prepararnos para participar en la Eucaristía junto con la comunidad de Sauce. Después de la Eucaristía nos reunimos con el P. Paco, quien compartió sobre la vida de San Vicente de Paúl, el carisma vicentino y sobre la Congregación de la Misión (Misioneros Vicentinos) en el mundo y el Perú.
Finalmente nos invitó a que el próximo año, los interesados, puedan realizar el proceso de discernimiento vocacional.
Agradecemos a la comunidad de los Misioneros Vicentinos de la Parroquia Virgen de los Remedios (Banda de Shilcayo) por organizar y convocar a los jóvenes para que vivan esta convivencia vocacional. Esperamos que la semilla sembrada de los frutos según la voluntad de Dios.
P. Paco Amésquita, CM
Promotor Provincial