LECTIO DIVINA – DOMINGO 17º TO –Ciclo B

COMIERON HASTA QUEDAR SACIADOS

LA PALABRA HOY: 2 Reyes 4,42-44; Salmo 144; Efesios 4,1-6; Juan 6,1-15
Ambientación: Al centro: un pan grande, sobre él se coloca un Niño Dios y la frase: Palabra de Vida, Pan de Vida
Cantos sugeridos: Un niño se te acercó; No podemos caminar

AMBIENTACIÓN: 

El Evangelio de hoy nos presenta el signo de la multiplicación de los panes y los peces. Los discípulos se fijan en la falta de medios para realizar este milagro. Jesús, por el contrario, fija su atención en las personas que tienen necesidad.
Jesús es la respuesta al hambre de sentido en el mundo. Él es alimento para todos.

Oración inicial

Señor Jesús,
…¿dónde podremos conseguir pan para que coman?…,
preguntaste a tus discípulos viendo a la multitud,
y hoy seguimos preguntándonos la misma cosa,
¿dónde conseguir?, …pan, ropa, consuelo,
fortaleza, ayuda, comprensión,
solidaridad, cercanía, felicidad, salud, paz…
Hoy seguimos teniendo necesidad de ti,
hoy seguimos esperando tu ayuda,
tu bendición y tu gracia
para que Tú multipliques
nuestros esfuerzos y nuestras actividades.
Señor, ven en nuestra ayuda,
y como entonces, multiplica
lo poco o lo nada que tengamos
para que así alcance y sobre.
Que así sea

LECTIO ¿Qué dice el texto? Juan 6,1-15 

Motivación: Después de realizar el signo de la multiplicación de los panes, Jesús explica su sentido a través de un largo discurso sobre el pan de vida. A través de sus palabras, Jesús se va revelando progresivamente como el verdadero Pan del cielo del que debe alimentarse todo el mundo. Escuchemos.

En aquel tiempo, Jesús se fue a la otra orilla del mar de Galilea (o de Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
“¿Dónde compraremos panes para dar de comer a toda esta gente?”
Lo decía para ponerlo a prueba, pues bien sabía él lo que iba a hacer. Felipe le contestó:
“Doscientos denarios no bastan, para que a cada uno le toque un pedazo de pan”.
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?”.
Jesús dijo: “Digan a la gente que se siente”.
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que estaban sentados; hizo lo mismo con el pescado y les dio todo lo que quisieron.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: “Recojan los pedazos que han sobrado; que nada se desperdicie”.
Los recogieron, y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada.
La gente entonces, al ver la señal milagrosa que había hecho, decía: “Éste sí que es el Profeta que tenía que venir al mundo”.
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña, él solo.

Preguntas para la lectura:

  • ¿Por qué la gente sigue al Señor?
  • ¿Qué pregunta Jesús al ver a la multitud?
  • ¿Qué responde Felipe? ¿Qué añade Andrés?
  • ¿Qué signo realiza Jesús en el texto proclamado? ¿A través de qué gestos?
  • ¿Cómo reaccionó la gente ante el signo realizado?

MEDITATIO ¿Qué ME dice el texto?

Motivación: Jesús nos ha llamado, como a sus discípulos, para que descubramos su verdadera identidad y colaboremos con su obra. Poniéndonos en el lugar de Felipe y de Andrés, meditamos y reflexionamos sobre sus palabras y gestos.                        

  • Miro el ejemplo de Jesús: ¿Soy sensible ante la necesidad de los demás?, ¿soy capaz de darme cuenta lo que el otro necesita?
  • Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces. ¿Cómo me animan estas palabras a ponerlo “poco” que soy o que tengo al servicio de los demás?
  • ¿Por qué Jesús no quiso ser proclamado rey (Jn 6,15) ?, ¿a qué se debe?, ¿qué revela de su persona?
  • El signo de la multiplicación de los panes, ¿a qué me compromete en medio de un mundo donde tanta gente carece de lo necesario para vivir con dignidad?

ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?

Motivación: Los signos de Jesús encierran un sentido más profundo del que se muestra a primera vista. Por eso oremos pidiendo al Señor hondura para nuestra vida.

  •  Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración. Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 144).

CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: Jesús alimenta a la multitud que lo sigue con la Palabra y con el pan cotidiano. Él es la Palabra de vida que se hace Pan de vida, dando sentido a nuestras vidas. Escuchemos lo que San Vicente recomienda a las Hijas de la Caridad:

Por consiguiente, tienen que llevar a los pobres enfermos dos clases de comida: la corporal y la espiritual, esto es, decirles para su instrucción alguna buena palabra de su oración, como serían cinco o seis palabras, para inducirles a que cumplan con sus deberes de cristianos y a practicar la paciencia. Dios las ha reservado para esto…

No veo a nadie tan dispuesto a socorrer a los pobres de todas formas como vosotras. No serían Hijas de la Caridad, si no estuviesen siempre dispuestas a servir a todos los que les pueden necesitar.

He aquí, hijas mías, en qué consisten en general, el amor afectivo y el amor efectivo: servir a nuestro Señor en sus miembros, espiritual y corporalmente, y esto en sus propias casas, o bien donde la Providencia les envíe. (IX, 534-535)

Compromiso:

  • El Señor nos ha hecho ver que lo dado con generosidad y desprendimiento, él lo multiplica y así sobra abundantemente, ¿A qué me compromete esto?

Oración final

Tú, Padre bondadoso,
no cesas de enriquecernos con tus dones.
Tú eres la fuente de la vida,
y la otorgas a todos tus hijos
en el pan cotidiano que nos fortalece.
Tú escuchas el grito de la humanidad
y generoso, derramas de mil formas
la bondad de tu mano sobre todos.
Aliméntanos también con el pan del cielo,
con la palabra que hecha carne
se dona a nosotros hecha pan:
para que buscando a Cristo,
por sobre todas las cosas
aprendamos a realizar el milagro
de compartir nuestro propio pan,
con todo aquel que espera por nosotros
el paso de gracia salvadora. AMÉN.

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En Power Point (Sor Pilar Caycho, HC)

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