Queridos amigos, reciban mi cordial saludo en este segundo domingo de Adviento. Los tengo en mi oración y cariño.
Estos domingos nos van ayudando a prepararnos para la navidad. Los mensajes de Isaias y de Juan Bautista, hacen que sean los mensajeros de la Buena Noticia: el ” Evangelio”!! El evangelio es una persona, Cristo.
El autor del Iibro del profeta Isaías, del capítulo presente de hoy, es llamado segundo Isaías, y es quien anuncia la venida del Señor, que es fiel a su promesa, y se hace presente en medio de la desolación del pueblo y trae el consuelo, aviva la esperanza en la intervención de Dios. Hay que preparar el corazón con el arrepentimiento y dar lugar al gozo del Señor que viene. El amor de Dios es graficado por su ternura:”como un pastor que apacienta el rebaño, que toma en sus brazos a los corderos y hace recostar a las madres.” (Is.40,1-11).
El salmo 84, es el canto que invita a volver al Señor, porque “Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.” Por eso decimos: “Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación.”
El autor de la carta de San Pedro (2 Pe.3,8-14), nos recuerda nuestra vida temporal que pasa, y que la promesa de la venida del Señor, el Día del Señor, al final, se dará de todos modos. Por ello, la Vida presente es todo un tiempo de preparación para alcanzar “un cielo nuevo y una tierra nueva” y ya hay que procurar vivir en la paz con Dios, de modo justo y virtuoso, para ese encuentro definitivo al final de los tiempos, al final de nuestro paso terreno.
El evangelio de Marcos (Mc.1,1-18)inicia si “Evangelio”, indicando los acontecimientos presentes, la profecía de Isaías se ha cumplido, es el Adviento, del Mesías, y por ello hay que “preparar” su llegada. Juan el Bautista va a poner el modo, el llamado a la conversión, a buscar el perdón de Dios. Usa el gesto del agua bautismal, pero anuncia el bautismo del Espíritu Santo que traerá Jesús.
¡¡Qué hermoso es ser portadores de esperanza, consuelo, llamado a la conversión!! Qué bueno ser mensajeros de Dios para este mundo nuestro que anhela el adviento de amor, paz, justicia y verdad.
En estos días además de preparar nuestros bellos pesebres navideños, preparemos nuestra alma, purifiquemos nuestra conciencia para dar lugar al nacimiento de Jesús en nuestro corazón.
Los tengo en mi oración y en la misa que celebraré hoy.
Preparemos, nuestros corazones para acogernos a la Buena Nueva, de Jesús que viene!!
Oh Maria sin pecado concebida, Ruega por nosotros que recurrimos a Ti.

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