En este tiempo de ADVIENTO, en su primera parte los creyentes debemos vivirlo en la dinámica del MARANA-THA, en la dinámica del ¡VEN SEÑOR!, Ven en tu SEGUNDA VENIDA en Gloria y majestad sobre la nube del cielo acompañado de tus ángeles, ven señor Jesús y establece el reino de Dios, ven y establece el juicio a las naciones y paga a cada quien según sus obras.

Llama por eso la atención que en el evangelio de esta segunda semana de ADVIENTO, el evangelista San Marcos haga eco del profeta Isaías al anotar que “Una voz grita en el desierto: preparen el camino del Señor, allanen sus senderos.” En el contexto de la SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR EN GLORIA Y MAJESTAD, todos los creyentes debemos prepararnos para recibir al Señor que viene para llevarnos y estar en el mismo lugar donde Él esta.
Al hacer notar la actividad de Juan el Bautista que va anunciando que uno viene detrás de él y que bautizará con Espíritu Santo a diferencia del bautismo que él practica que es un bautismo con agua, quiere el evangelista que prestemos atención del que viene detrás de juan el Bautista que es su precursor.
El relato del evangelio nos hace saber sobre la actividad que realiza Juan en el desierto: “se presentó Juan en el desierto BAUTIZANDO Y PREDICANDO un bautismo de conversión para el perdón de los pecados” Juan predica sobre la necesidad de conversión y animaba a la gente a que se bautizara para que se les perdone los pecados y así el que venía detrás de Él encontrase un pueblo bien dispuesto.

Mirando la actividad del Bautista nos podemos preguntar ¿Qué razón tiene gritar en el desierto, donde solo encontramos piedras, arena, espinos? Se entendería mejor si se dijera que una voz grita en la ciudad, ya que es ahí donde vive la gente y es ella la que puede escuchar.
La interrogante que hacía sobre qué razón tiene gritar en el desierto se responde con la actitud de la gente qué desde las ciudades de Judea y Jerusalén, van al desierto buscando a Juan y con esta salida al desierto están ya expresando su búsqueda y deseo de cambiar su estilo de vida que descubren está alejada de la voluntad de Dios y por lo tanto desean volver a Dios y realizar nuevamente su voluntad.
La gente va a buscar a “la voz que grita en el desierto” para delante de él confesar sus pecados, como reconocimiento de saberse viviendo de una manera que no responde a la voluntad de Dios.
Juan los bautizaba en las aguas del rio Jordán como señal de que a partir de ese momento, los bautizados buscarán ajustar su conducta para cumplir la voluntad de Dios.

Este acto de salir de la ciudad e internarse en el desierto buscando a Juan, es la expresión de la voluntad de la gente que quiere dejar un estilo de vida, que ellos reconocen que no está de acuerdo a la voluntad de Dios, para iniciar otro estilo de vida, donde hacer lo que Dios quiere es lo primordial.

EN RELACIÓN AL SACRAMENTO DEL BAUTISMO:
Es el mismo Juan el Bautista quien distingue las diferencias entre el bautismo que él realiza y el bautismo que va a realizar aquel que viene detrás de él y a quien reconoce mayor que él.
El bautismo que practica Juan es un bautismo que marca la CONVERSIÓN, marca un antes y un después en la vida de la gente que lo recibe.
El bautismo que anuncia Juan, que va a realizar el que viene detrás de él es con Espíritu Santo, es decir que es un bautismo de FILIACIÓN, ya que es esté Espíritu el que nos hace llamar PADRE (ABBA) a Dios, por eso decimos que el sacramento del bautismo hace hijo e hija de Dios por adopción en Jesucristo a quien lo recibe.

TAREAS PARA ESTOS DOMINGOS DE ADVIENTO:
Para el primer domingo de ADVIENTO le asignábamos la tarea TIEMPO DE VIGILAR.
Para este segundo domingo de ADVIENTO le asignamos la tarea TIEMPO DE ESCUCHAR Y CAMBIAR.

QUE TODOS HAYAMOS CELEBRADO LA FIESTA DE LA VIRGEN MARÍA, RECORDANDO SU INMACULADA CONCEPCIÓN Y HAYAMOS ELEVADO NUESTRA ACCIÓN DE GRACIAS DELANTE DE DIOS, POR HABER PREVISTO DESDE ANTIGUO NUESTRA SALVACIÓN.

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