EL BUEN PASTOR NOS OFRECE SU SALVACIÓN

¿Sabes cuánto nos ama el Señor? Nos ama tanto que ofrece gratuitamente su salvación a todos y cada uno sin excepción (cf.Jn.3,16). ¿Cuánta gente hoy en día busca “salvación de cualquier manera”?: alcohol, drogas, pornografía, productos de belleza, loterías o artículos electrodomésticos “que te hacen feliz”, etc.

El tullido de nacimiento (Hch.3,6ss) recibió el toque salvador de Dios, que saliendo a su encuentro le concede lo que anhelaba su corazón: ser libre de esa enfermedad que le aquejaba. Los testigos de esto, a parte de los fieles, fueron los “jefes del pueblo y ancianos” (Hcho.4,8-10), que lo único que hacían era “cuestionar y dudar” del actuar de Dios Salvador en los Apóstoles. Pedro, siempre lleno del Espíritu Santo, no sólo reprocha esa actitud, sino que denuncia que fueron ellos los que lo crucificaron pero “Dios lo resucitó de entre los muertos”. La razón de este actuar de Dios en el tullido era la salvación que Dios tenía preparado en Él. No hay Salvación fuera de Dios, es la convicción y la verdad de fe que proclama Pedro.

Pedro y los demás Apóstoles, fueron los que hablaron y actuaron siempre de parte de Dios, porque ellos recibieron de Dios su amor Salvador. ¿Cuántos de nosotros somos capaces de hablar y actuar así?, ¿no será que sigamos pensando que esa “forma de actuar” le corresponde sólo a la Jerarquía de la Iglesia?

Qué tremendo “título” que recibimos en nuestro bautismo: ser hijos de Dios!!! Y Juan en su primera carta lo confirma diciendo: “¡y lo somos!” (1Jn.3,1-2). Debemos sentirnos orgullosos de ser Hijos de Dios.

Ser pastor, quizás cualquiera lo puede ser, pero ser “el buen Pastor” del que habla Juan en su evangelio hoy (Jn.10,11-18), es todo un reto que cualquiera no se puede atrever a asumir. ¿Qué hace el buen Pastor? Según este evangelio las respuestas son: el que da la vida por sus ovejas, el que conoce las ovejas, el que las protege del lobo (enemigo de las ovejas), se hace conocer muy bien por sus propias ovejas, el que las conduce bien, hace que escuchen bien su voz y la identifiquen, el que está al frente de ellas. Cuántos de nosotros queremos ser BUENOS PASTORES.

Hoy hay gente que desea poner a las ovejas en “otro redil”, en otro lugar, actúan muchas veces de “lobos”, que desean matar a las ovejas (los que ofrecen doctrinas erradas y confunden, los que imponen filosofías y políticas en contra de la misma Iglesia, en contra de la vida, de la familia, de la moral y de las buenas costumbres, etc). Cuánta gente se presenta como “salvadores de los demás” y en vez de ayudar hacen daño. Jesús advierte que sólo él puede dar o quitar la vida y no otro.

Pero es bueno saber que sí hay buenos pastores. Los papás y mamás que sacan adelante a sus hijos aún a pesar de los tropiezos, los que están al frente de un grupo humano y tienen a su cargo la responsabilidad de trabajar con ellos, los imparten buenas y sabias y santas enseñanzas en las escuelas – institutos – universidades u otros, los que están al frente de una comunidad eclesial (parroquia, capilla, obispado, hospital, centros de caridad y de promoción humana, etc). ¿Quieres ser buen pastor que cuida a sus ovejas?

Nos recordamos todos que Dios es el Buen Pastor que ofrece su Salvación para todos y gratis.

Leave Comment