LECTIO DIVINASOLEMNIDAD TODOS LOS SANTOS

¡ESTÉN ALEGRES Y CONTENTOS!

LA PALABRA HOY: Apocalipsis 7,2-4.9-14; Salmo 23; 1 Juan 3,1-3; Mateo 5,1-12a.
Ambientación: Imágenes, estampas de santos de todos los tiempos.
Cantos sugeridos: Somos un pueblo que camina; Hacia ti, morada santa

AMBIENTACIÓN:
Siempre la Iglesia del cielo está unida a la Iglesia de la tierra mediante la Comunión de los Santos. Pero hoy esa unidad la sentimos más estrecha al celebrar a todos esos hermanos nuestros que habiendo vivido ya la vida terrena, gozan de la presencia de Dios para siempre. Es el día de Todos los Santos. En él celebramos la felicidad para la cual Dios nos ha dado la vida, y que es la esperanza de toda nuestra vida.

Oración inicial
Dios Padre de amor y de ternura
Tú que a lo largo de la historia
te has dado a conocer para que conociéndote
nosotros vivamos tu proyecto de amor,
y al final de los tiempos
nos enviaste a tu Hijo Único
para que viéramos de qué manera
debíamos vivir nuestra relación contigo.
Hoy al celebrar la fiesta de todos los Santos
te pedimos la gracia de tu Espíritu Santo
para que nos dejemos conducir por Él,
para que Él pueda actuar en nuestra vida
y así poder vivir como Tú quieres.
Ayúdanos Padre bueno,
cólmanos de tus bendiciones
para que conociéndote vivamos lo que nos pides,
para que el testimonio de todos los santos
nos estimule a que también nosotros
hagamos nuestra parte, viviendo como nos pides Tú,
siendo presencia viva de tu amor. AMÉN.

LECTIO ¿Qué dice el texto? Mateo 5,1-12a.

Motivación: Desde la montaña, con la autoridad del mismo Dios, Jesús va a establecer el nuevo decálogo, la nueva ley, la nueva alianza. El sermón de las bienaventuranzas es de tipo programático, pero es, sobre todo, la meta final, el resultado de la felicidad que se promete a los que ahora no son felices. Jesús recorrerá ese camino por todos. Escuchemos.

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.
Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.
Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.
Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Dichosos ustedes cuando los insulten y los persigan y los calumnien de cualquier modo por mi causa. Estén alegres y contentos, porque su recompensa será grande en el cielo,» 

Preguntas para la lectura:

  • ¿Cuál es el escenario en el que Jesús pronuncia estas palabras?
  • En las cuatro primeras bienaventuranzas se destacan situaciones que conllevan a confiar en Dios. ¿A quiénes declara dichosos Jesús en ellas?
  • Las cuatro últimas describen el comportamiento de los verdaderos discípulos de Jesús. ¿Cuáles son esos comportamientos y actitudes?
  • ¿Cuáles son las pautas que nos da Jesús para alcanzar el reino de los cielos?

MEDITATIO ¿Qué ME dice el texto?

Motivación: Jesús nos ofrece las bienaventuranzas como su apuesta por la felicidad. En nuestros tiempos, ¿vale la pena vivir según el estilo de las bienaventuranzas? 

  • ¿Qué sentido tienen las Bienaventuranzas para tu vida?, ¿qué le aporta a tu manera de ser y de actuar?
  • Ante la invitación del Señor, de ser Santos como Él es Santo, ¿vivo la vida en actitud de continua búsqueda del Señor?, ¿me esfuerzo para que mis actitudes y mi manera sea expresión viva del Evangelio?
  • ¿A quiénes considera felices nuestra sociedad? ¿Cuáles son, en cambio, las actitudes que piden las Bienaventuranzas?
  • ¿Me considero una persona “feliz”? ¿De dónde proviene esta felicidad? ¿Qué caminos me propone Jesús?

ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?

Motivación: Hemos visto que Jesús subió al monte. La montaña es lugar de la presencia de Dios, y en ella podemos orar y entrar en contacto con él. Vamos a subir al monte con Jesús y vamos a dejar, en un ambiente de oración, que sus palabras resuenen con la fuerza que poseen. 

  • Luego de un tiempo de oración personal, compartimos en grupos nuestra oración (o todos juntos)
  • Otra manera: luego de orar personalmente, cada participante elabora una bienaventuranza actual y la van expresando espontáneamente.
  • Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.

CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: San Vicente explica a los misioneros en qué consiste la santidad:

“¿Qué es la santidad? Es el desprendimiento y la separación de las cosas de la tierra, y al mismo tiempo el amor a Dios y la unión con su divina voluntad. En esto me parece a mí que consiste la santidad. ¿Y qué es lo que nos aparta de la tierra y nos une al cielo tanto como las máximas evangélicas? Todas ellas pretenden separarnos de los bienes, placeres, honores, sensualidades y propias satisfacciones; todas tienden a ello; ése es su fin. Por eso, decir que una persona se mantiene en la observancia de las máximas evangélicas es decir que está en la santidad; decir que una persona las practica es decir que tiene la santidad, porque la santidad, como acabamos de decir, consiste en el rompimiento del afecto a las cosas terrenas y en la unión con Dios” (XI,584)

Y a las Hijas de la Caridad les dice: “Porque, mirad, la perfección no consiste en la multiplicidad de cosas que se hacen, sino en hacerlas bien, con el espíritu con que Nuestro Señor hacía todas sus obras. En eso consiste la verdadera y sólida santidad: en hacer bien lo que se hace, en conformidad con la vocación de cada uno.” (IX,932)

Compromiso: Dios nos invita a ser Santos, siendo así, ¿qué haré en esta semana para corresponder a la invitación que Él me hace y así hacer vida su proyecto de amor? 

Oración final
Señor Jesús, Tú que has venido a revelarnos al Padre,
para vivir de acuerdo a su voluntad,
para manifestar el reinado de Dios,
ahora nos dejas estas Bienaventuranzas
que sintetizan y expresan tu manera de ser,
tus sentimientos y tus actitudes,
por eso, te pedimos que nos ayudes a comprender
y valorar lo que significa creer en ti y seguirte,
por eso, danos la gracia de valorar lo que significa,
vivir de acuerdo a las Bienaventuranzas,
para que viendo lo que Tú nos enseñas
busquemos identificarnos contigo,
actuando como Tú lo has hecho,
buscando mostrar con nuestra vida nuestra fe en ti.
Que así sea.

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En Power Point (Sor Pilar Caycho, HC)

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