LECTIO DIVINA – DOMINGO DE RAMOS – C

BENDITO EL REY QUE VIENE

LA PALABRA HOY: Lucas 19,28-40; Isaías 50,4-7; Salmo 21; Filipenses 2,6-11; Lucas 22,14-23,56
Ambientación: Una cruz desnuda, adornada con palmas o ramos de olivo, y sobre ella un cartel: “¡Hosanna!”
Cantos sugeridos: Hosanna al rey de los cielos; Tú reinarás

AMBIENTACIÓN:
Este día acompañamos a Cristo en el camino pascual: gloria y hosanna, sí, pero al rey que triunfa desde la humildad y el sacrificio total. Poco a poco nos vamos sumergiendo en el silencio contemplativo del acontecimiento de la Cruz, de donde surge verdaderamente el canto pascual de la victoria. Hoy tenemos la oportunidad de abrirle las puertas de nuestro corazón para que entre y reine en él.

Oración inicial
Señor Jesús, Tú que, a lo largo de tu vida,
fuiste ocultando tu identidad, queriendo pasar desapercibido,
al llegar tu hora, fuiste al encuentro de tu cruz,
y ahí te diste a conocer tal cual eras,
te manifestaste como el Mesías,
como el esperado, como el prometido,
pero a su vez,
nos enseñaste tu manera de ser REY
cargando tu cruz,
en el peso de la mentira y del engaño,
siendo el inocente condenado,
siendo Aquel que dabas la vida
por todos y cada uno de nosotros.
En estos días de Semana Santa,
ayúdanos Señor a acompañarte
y a estar contigo, para aprender de ti y vivir como Tú
siendo capaces de hacer de nuestra vida
una ofrenda al Señor como fue la tuya
en el silencio de la fidelidad y la entrega. Amén

LECTIO ¿Qué dice el texto? Lucas 22,14-23,56

Motivación: Jesús llega a Jerusalén. Es aclamado: la gente lo recibe entusiasmada, y da gracias a Dios por Él. Con mansedumbre y con humildad se adentra en la semana clave de su vida.  Él siempre ha dicho que no ha venido a dominar, sino a servir. Escuchemos:

En aquel tiempo Jesús acompañado de sus discípulos caminaba delante, subiendo a Jerusalén.
Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles:
– Vayan al pueblo que está enfrente; al entrar, encontrarán un burrito atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo. Y si alguien les pregunta:
“¿Por qué lo desatan?”, contéstenle: “El Señor lo necesita”.
Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el burrito, los dueños les preguntaron: -¿Por qué lo desatan?
Ellos contestaron: -El Señor lo necesita.
Luego llevaron el burrito adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, le ayudaron a montar.
Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos.
Y, cuando se acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos, por todos los milagros que habían visto, diciendo:
– ¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor!
Paz en el cielo y gloria en las alturas.
Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron:
– Maestro, reprende a tus discípulos.
Él replicó: – Les aseguro que, si estos callan, gritarán las piedras. 

Preguntas para la lectura:

  • ¿Qué orden da Jesús a sus discípulos?
  • ¿Qué sentido tiene y qué quiere indicar Jesús al entrar a Jerusalén, montado sobre un burrito?, ¿por qué lo hace?
  • Según Lucas, ¿cómo reaccionan los discípulos y la gente en este pasaje? ¿cuáles son sus expectativas?

 MEDITATIO ¿Qué ME dice el texto?

Motivación: No podemos dejar de sorprendernos ante la manifestación de Jesús. Él viene a ejercer su poder de un modo pacífico y desde la humildad. Éstas son también las actitudes que debemos meditar y hacer vida quienes seguimos sus pasos.                             

  • Pusieron sus mantos sobre el borrico e hicieron que Jesús se montara en él. ¿Qué imagen del Mesías se manifiesta en esta escena?
  • ¿Qué actitudes concretas me exigen el seguir a un Mesías pacífico y crucificado?
  • En tu historia de seguimiento, ¿han abundado los entusiasmos pasajeros, temporales, como los de la muchedumbre que aclama a Jesús? ¿o la fidelidad constante?
  • Hoy, en este tiempo y en nuestra sociedad, ¿de qué manera exteriorizamos nuestra fe en el Señor Jesús?, ¿qué hacemos para reconocerle como nuestro Dios y Señor?
  • ¿Cómo voy a acompañar a Jesús durante las celebraciones de esta Semana Santa?

ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?

Motivación: En medio de una sociedad tan competitiva como la nuestra, que promueve las rivalidades y las luchas, no es fácil llevar a la vida las actitudes del Mesías. Pidamos en nuestra oración que nos haga instrumentos y mensajeros de paz, desde la humildad. 

  • Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.

CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: San Vicente contempla la humildad de Cristo, ve la humildad del Señor como algo que envuelve toda la vida de Jesús, quien nos dejó como “monumento” el crucifijo:

“Padres, ¿qué otra cosa es su vida (la de Jesús) sino una serie de ejercicios de humildad? Es una humillación continua, activa, pasiva; él la amó tanto que no se apartó de ella en la tierra; y no sólo la amó mientras vivía, sino incluso después de su preciosa muerte, ya que nos dejó como un monumento inmortal de las humillaciones de su persona divina, un Crucifijo, para que lo recordáramos como criminal y ajusticiado, y quiso que la Iglesia nos lo presentara ante los ojos en ese estado de ignominia, muerto así por nosotros…” (XI, 485)

  • Compromiso personal: En la Semana Santa, meditar la Pasión de Jesús según san Lucas (Lucas 22,14-23,56). En el curso de la lectura, no pensemos sólo en Jesús, sino también en los millones y millones de seres humanos que hoy están en las cárceles, torturados, insultados y asesinados. Asumamos algunas de las actitudes positivas de los personajes de la pasión.

Oración final
Bendito el que viene en nombre del Señor,
el Emmanuel, el Dios con nosotros…
el Dios hecho carne, que habitó entre nosotros…
el que es camino, verdad y vida…
el que es, fue y será, el principio y el fin…
el que siempre está a nuestro lado…
el que dio su vida por nosotros, para darnos vida…
el que vino a darnos vida y vida en abundancia…
el que tiene Palabras de vida eterna…
el que es para nosotros, vida y salvación…
el que viene a mostrarnos el camino hacia el Padre…
BENDITO el que viene…
el que nos enseñó a amar y servir…
el que vino no para ser servido, sino para servir y darse totalmente…
el que viene a realizar la voluntad del Señor…
el que nos alienta con su presencia…
el que es todo para nosotros…
el MESÍAS REDENTOR.

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En Power Point (Sor Pilar Caycho, HC)

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