Queridos amigos:

Por caer la Víspera de la Navidad en este domingo 24, sólo las misas de la mañana y del mediodía serán del domingo; las de la tarde serán de la Navidad: a las 6.00 y, la principal, a las 8.00. Son, pues, dos los evangelios que hay que comentar, o mejor, tres, ya que la Navidad tiene dos evangelios; el de la tarde del domingo y el del lunes 25.

El evangelio dominical (Lc, 1, 26-38), a un día de la Navidad, nos presenta a María, la Virgen del Adviento, como la Virgen de la Anunciación y de la Encarnación. Amor y Fidelidad por parte de Dios; amor y disponibilidad (el Fiat) por parte  de María. Fiel a su palabra (Gn 3,15), Dios Trinidad da inicio a su alternativo y supermejorado Proyecto para el Mundo. Toda para Dios, María convierte su disponibilidad en un Fiat, que es mucho más que un eco de aquel otro Fiat creador de Dios (Gen 1, 1-3+): el Fiat de María es transcendente y motiva que el Hijo de Dios se haga hombre y que se inaugure en el mundo el Reino de Dios.

El evangelio de las misas de Navidad tiene que ver: con el nacimiento del Hijo de Dios como hombre (Lc  2, 1-14), el del domingo p.m.; y con el reconocimiento de este hombre-niño como Dios (Jn 1, 1-18), el de la Fiesta de Navidad. Ambos evangelios juntos nos dicen que el Niño de la Navidad es Dios y hombre verdadero, verdadero Dios y verdadero hombre. Que nadie, llevado por la compasión, la familiaridad, el menosprecio, etc. subestime a este niño (o a cualquier otro niño), pues más allá de su apariencia es también Dios (o representa a Dios, los demás niños). Que nadie, llevado por su piedad, su espíritu religioso, su preferencia por lo transcendente, etc, mire a este Dios como mero Espíritu Puro, pues más acá de sus milagros, es también un hombre -(igual que todos nosotros menos en el pecado).

El evangelio de Lucas acentúa el lado humano de la Navidad y nos conmueve con el nacimiento de Dios como niño en un pesebre. ¡No había lugar para él en el mesón!, pero a los ángeles les pareció tan importante que bajaron a cantarle y animaron a los pastores a ir a adorarlo. Al hacerse hombre Dios mostró la excelencia del hombre, de todo ser humano, más allá de si nace pobre, en humildad y marginado. (Lo que no significa que Dios quiera que los niños nazcan en esas condiciones). Mostró también que la pobreza, la humildad, la marginación…, no tienen por qué marcar negativamente al hombre. Por algo Dios siendo rico  quiso nacer pobre, siendo lo máxino quiso nacer en humildad… Así nos dio ejemplo de vida.

El evangelio de Juan acentúa el lado divino de la Navidad y nos hace entrar en el seno del Dios único para decirnos que en él existe una Persona a la que llama la Palabra, (Más tarde no se cansará de decirnos que Dios es tres personas: Padre, Hijo -la Palabra del Padre- y Espíritu Santo). De la Palabra nos dice que es Dios -el Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad-, que por Ella se hizo todo, que es luz y vida, que se hizo hombre y habitó entre nosotros. Lamentablemente no todos la recibieron…, pero a los que la recibieron les dio el poder de ser hijos de Dios, si creemos… que el bebe de la Navidad es Jesucristo.

 

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