Avanzamos en el año litúrgico, y ya celebramos la cuarta semana de Pascua. El evangelio de este domingo nos presenta al Señor Jesús que se presenta como el BUEN PASTOR y da a conocer una característica de un buen pastor y esta característica es que “el buen pastor da su vida por las ovejas”. 

Además, hace una diferencia entre el buen pastor y EL ASALARIADO y la característica de este último es que ante el peligro huye y abandona las ovejas que son dispersadas por el lobo que busca hacerlas presa, no es capaz de dar la vida por las ovejas porque no le importan ni son suyas. 

La PERTENENCIA no en el sentido de apropiación del bien sino en el sentido de compromiso con el otro es lo que hace la diferencia que se establece entre el BUEN PASTOR o el ASALARIADO en relación con el REBAÑO y esta relación lleva al pastor a familiarizarse con su rebaño a quien conoce no solamente como grupo, sino que también como individuo es decir se da una relación personalizada, “conozco a mis ovejas y las mías me conocen a mí”. Esta manera de conocer tiene un modelo que habla de intimidad, “como me conoce el Padre y yo conozco a mi Padre” es la manera como se da ese conocerse entre el BUEN PASTOR y las ovejas de su rebaño. Por eso el pastor bueno es capaz de dar la vida por sus ovejas.  

De allí que al pastor le importen las ovejas de su rebaño y al asalariado no le importen las ovejas o en todo caso le importan de manera utilitaria, ya que por cuidarlas ganará un salario, que es lo que al final lo único que le importa. 

No es que a todos los asalariados no le importen las ovejas, pues hay asalariados a quienes si les importan las ovejas pues han aprendido al lado del buen pastor y son capaces de arriesgar la vida por cuidar el rebaño que les ha sido confiado para cuidar de él, para llevarlo temprano a pastos frescos, al mediodía cuando la calor aprieta conducir al rebaño a guarecerse a la sombra y también conducen al rebaño a las frescas aguas para que abreven, por lo menos es lo que recuerdo de allá en mi pueblo. 

Si se establece un contraste entre la figura del BUEN PASTOR y la del ASALARIADO es para señalar como no debe ser el comportamiento de los que contratados para cuidar al rebaño solo pongan su interés en el salario y no en las ovejas que les han sido confiadas. Es como decir ustedes ASALARIADOS deben ser comportarse a ejemplo del BUEN PASTOR. 

A la luz del Domingo del buen pastor y recordando las palabras del señor de pedirle al dueño de la mies que envíe obreros para hacer la cosecha elevemos una oración confiada al Padre bueno para que haga surgir vocaciones sacerdotales generosas y dispuestas siempre a estar oliendo a oveja siempre de entre nuestras comunidades. Que los llamados sean generosos en sus respuestas y que les haga ilusión asemejarse al BUEN PASTOR. Que el diálogo ecuménico siga avanzando para que a la voz del único Pastor lleguemos a ser un solo rebaño pues todos reconocemos su voz, la voz del BUEN PASTOR. 

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