Retos para la familia vicentina al concluir el Año Jubilar Vicentino
Terminaron las celebraciones por los 400 años del nacimiento del carisma vicentino. ¿Y ahora qué?
INTRODUCCIÓN
- La celebración del Año Jubilar Vicentino ha sido un tiempo de gracia y reflexión.
- La reflexión sobre los inicios de nuestro carisma, más la gracia derramada en cada celebración, deben traducirse en frutos concretos.
- Al concluir las celebraciones por el aniversario del nacimiento del carisma vicentino, todos estamos llamados a pasar de la celebración a la acción.
LOS 400 AÑOS: LO QUE HA SIGNIFICADO
1.- Volver a las fuentes.
- Nos hemos trasladado a la Francia del siglo XVII para ser testigos nuevamente del inicio de nuestro carisma.
- Hemos vuelto la mirada a Folleville y Chatillón como las experiencias fundantes del carisma.
- Hemos recordado la intención original de San Vicente: la evangelización de los pobres y la caridad organizada.
2.- Reconocer el plan de Dios para San Vicente.
- En la experiencia de San Vicente, hemos comprobado que todo carisma es iniciativa de Dios, no pura inspiración humana.
- Hemos reconocido que Dios da una vocación específica a cada uno, y que solo debemos descubrir cuál es para ponerla en práctica.
3.- Redescubrir el itinerario de San Vicente.
Hemos vuelto a ser testigos del camino seguido por San Vicente:
√ Experiencia de Dios: Folleville – Chatillón.
√ Conversión: Redirección de su vida.
√ Ejecución de su vocación: Servicio a los pobres.
√ Apoyo mutuo: Fundaciones.
4.- Reconocer la importancia del carisma vicentino para la Iglesia y el mundo.
- Hemos comprendido que la caridad está en el núcleo de lo que significa ser humano y la relación directa entre caridad y dignidad humana.
- Hemos visto el aporte de lo vicentino a la evangelización.
- Hemos comprobado la pertinencia de nuestro carisma para el mundo de hoy.
- Hemos reconocido el aprecio que el mundo y la Iglesia le tienen a lo vicentino.
P. Pablo Roberto Romero (Tito)
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