Mis queridos amigos.
Hemos llegado al 9 mes del año, el mes de la primavera, de la familia, de la juventud, de la biblia, y el mes Vicentino. Hermosas motivaciones para aprovechar y dar un mayor significado a nuestra vida en lo personal y social.
¡La primavera es el cántico de la esperanza por la vida, que nos llega y nos proyecta!
Hoy también tengamos en nuestra oración al Papa Francisco que está en Mongolia (Asia oriental), llevando el gozo del Evangelio.
Las lecturas de este Domingo, nos trae la fuerza que tiene la Palabra de Dios que da sentido, significado, a nuestra vida.
En la primera lectura el profeta Jeremías ( Jr.20,7-9), confiesa la realidad que vive entre una población que lo rechaza por anunciar a Dios, y a pesar de las burlas de la gente y del propio desánimo personal que experimenta, siente que no puede callar, que debe seguir anunciando la justicia de Dios. ¡La verdad abre camino de conversión y esperanza!
El salmo 62, expresa los sentimientos profundos que se encuentra en el alma que busca la Verdad, que busca a Dios, que está sedienta de Dios.
El apóstol Pablo en la carta a los Romanos (Rm.12,1-2), exhorta por el amor a Dios, hacer de nuestra vida una ofrenda de amor, agradable a Dios. Que es necesario dejar los criterios “mundanos”, para discernir, buscando “la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable, lo perfecto”.
El evangelio de Mateo (Mt.16,21-27), es la continuación del Evangelio del domingo pasado.
Jesús anuncia a sus discípulos que “debe ir a Jerusalén”, que debe padecer y ser ejecutado, y que resucitará al tercer día. El apóstol Pedro, trata de corregir lo que está pensando hacer Jesús.
Y Jesús da una profunda enseñanza a Pedro.
Es necesario que Pedro deje de pensar “dentro de la lógica humana” para dar lugar a lógica de Dios”.
El sentido y misterio de la vida, como existencia, debe hacerse un don, que revela la capacidad profunda de amar, y amar con fidelidad, hasta poder dar la vida por esta misión (llevar la cruz al modo de Jesús).
Es como el granito de mostaza, o la semilla de trigo, sino se siembra no dará fruto.
Seguir a Jesús es seguirle en la fidelidad de un amor que trasciende.
La fe en Cristo da el sentido final a nuestra existencia.
Cristo nos deja la pregunta: “de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?.
Oremos unos por otros.
Oh María sin pecado concebida. Ruega por nosotros que recurrimos a ti.

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