Hola amigos
El evangelio de hoy (Mt 10, 26-33) recoge algunas instrucciones y recomendaciones que Jesús dio a sus apóstoles, recién elegidos (Mt 10, 1-4) y en preparación para su primera misión (Mt 10, 5-42). No tengan miedo es la primera de las recomendaciones del discurso misionero de Jesús a los Doce (y en ellos a nosotros). La recomendación -(mandamiento para algunos)- es tan importante que la vuelve a dar unas líneas más adelante. Digamos que en la Biblia es tan importante que, con alguna variante, aparece 350 veces, muchas de ellas en el Nuevo Testamento. Jesús sabe que el miedo paraliza y achica a las personas hasta convertirlas en esclavas. Sabe que no les permite ser ellas mismas ni ponerse a cambiar a mejor las gentes y las cosas.
Si los apóstoles tienen miedo ¿¡cómo van a poder evangelizar a los hombres!? Es por ello que Jesús concretiza: No tengan miedo a evangelizar y no tengan miedo a los hombres. No tengan miedo a proclamar a voz en grito y desde lo más alto las cosas que yo les he enseñado en privado. Son verdad y vida. Son la Buena Nueva más valiosa y que enaltece y llena de gozo a quien la anuncia. Y no tengan miedo a los hombres, que solo pueden matar el cuerpo. Jesús sabe muy bien lo que dice y no minoriza las dificultades. De tener miedo a alguien, continúa, que no sea a los hombres: tengan miedo (respeten) a Dios que puede destruir alma y cuerpo con el fuego.
Confiar en la Providencia y tomar partido por Jesús, son otras dos de las instrucciones y recomendaciones del evangelio de hoy. La Providencia o Dios Providente tiene que ver con el cuidado de todo lo creado y con el buen camino de la evolución y de la historia. Es quien hace que todo tenga un sentido, que todo incluso lo malo confluya al bien, y que los pueblos sigan adelante haciendo historia. Jesús habla más sencillamente de la Providencia: tiene que ver con los gorriones del cielo y los lirios del campo, que los cuida a las mil maravillas. ¿¡Cómo hemos de tener miedo si nosotros valemos inmensamente más y hasta los cabellos de nuestras cabezas los tiene contados..!?
Tomar partido por Jesús es ponerse de su parte ante los hombres, pase lo que pase. Entonces Él mismo dará la cara por ti delante de su Padre Dios y desde luego ante los hombres. ¿¡Cómo hemos de tener miedo si quien ha vencido a la muerte y al mundo está con nosotros y es nuestro defensor!? No tomar partido por Él es negarlo y, entonces, Él te negará ante su Padre Dios y te dejará solo ante los hombres. ¡Será terrible oírle a Jesús decir de alguien: no lo conozco o, aun peor, fue siempre mi contrario! Jesús no admite “neutrales” (los pasotas) ni agnósticos, pues no estar con Él es estar en contra suya y quien no recoge con Él desparrama (Mt 12, 30).