El evangelio de esta fiesta solemne, con que la Iglesia en el Perú celebra a Santa Rosa de Lima, nos presenta al Señor Jesús proponiendo a la gente su enseñanza a través de parábolas para ayudarles a comprender el Reino de los Cielos.
Para realizar su misión de enseñar sobre el Reino de los Cielos, el Señor Jesús utiliza imágenes familiares para la gente a quienes dirige su enseñanza, por eso en la primera parábola utiliza un tema agrícola y en la segunda un tema de cocina, pues la gente que le escucha es: campesina y amas de casa que saben de siembras, de cultivos y de cosechas, de amasar la harina, calentar el horno, para elaborar el pan para la familia.
En la primera enseñanza compara al Reino de los Cielos a un “grano de mostaza que tomó un hombre y lo sembró en su campo”.
Si la semilla se siembra en el campo se hace un arbusto útil para las aves del campo pues anidan en ella por tener comida asegurada en las semillas abundantes que tendrá la planta cuando alcance su madurez.
La semilla necesita que alguien la siembre para poder germinar y hacerse útil para los demás. El reino de los cielos es de Dios pero que todos estamos llamados a colaborar para que se haga presente en medio del mundo y sea útil para todos, en esta tarea no importa si reconocemos que hay otros con mejores cualidades lo que importa es aportar todas nuestras cualidades para que este reino crezca por nuestra colaboración.
Es bueno recordar que el Señor Jesús utilizará la imagen de la semilla de mostaza para reclamar la poca fe de sus discípulos al decirles “Porque ustedes tienen poca fe. Les aseguro que, si tuvieran fe del tamaño de una semilla de mostaza, dirían a aquel monte que se trasladara allá, y se trasladaría. Y nada sería imposible para ustedes”
En otro momento el Señor Jesús usará como ejemplo la imagen de otra semilla “les aseguro que si el grano de trigo no cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto…”, podríamos decir que aquí la enseñanza sobre el Reino de los Cielos hace referencia a la UTILIDAD para los demás el permitir que la semilla sembrada, la palabra de Dios sembrada en nosotros, tierra buena, permita crecer esa semilla para poder dar cosecha abundante y útil para que los demás puedan descubrir el Reino de los Cielos en medio de nosotros.
En la segunda enseñanza el Señor Jesús utiliza la imagen de la levadura, esta enseñanza estaría dirigida a las mujeres en primer lugar porque están familiarizadas con la tarea de amasar la harina con la levadura para preparar el pan para la familia y por lo mismo les ayudará a comprender más fácilmente la enseñanza sobre el Reino de los Cielos, pero al ser una tarea doméstica también es familiar para toda la familia que interviene en la tarea de una manera u otra. La fermentación que la levadura efectúa al ser unida a la harina ayudaría a comprender, al igual que en la primera enseñanza, pero de una manera más gráfica el efecto que tiene la colaboración personal en la tarea de hacer presente el Reino de los Cielos en medio del Mundo, no importa si consideras muy poco lo que puedas aportar en esta tarea si te unes a los demás todo fermentará, para no desanimarnos en la tarea es bueno tener presente siempre que el Reino es de Dios, nosotros colaboramos.
Cierra el relato de este evangelio haciendo notar que el Señor enseñaba a las multitudes con Parábolas, y la razón se nos da a conocer: para que se cumpliera en su persona aquello que ya había sido anunciado por el profeta “Voy a abrir la boca, pronunciando parábolas, profiriendo cosas ocultas desde la creación del mundo.”
Y al hacerlo, entonces toda la gente puede comprender cuál es el Dios en el que habían creído sus mayores, un Dios que se hace entender por sus hijos, especialmente por los más humildes, de tal manera que conociendo y comprendiendo su voluntad pudieran cumplirla y en este caso según la enseñanza sería para que todos se sientan invitados a trabajar por el Reino de los Cielos que Dios quiere establecer en medio del mundo.
Santa Rosa de Lima, esta hija humilde, comprendió cual era la voluntad de Dios y decidió que toda su vida, aunque sea del tamaño de una semilla de mostaza o un poco de levadura, debía dedicarla al servicio de los demás, especialmente en favor de los más necesitados.
INTERCEDE POR NOSOTROS TUS HERMANOS Y HERMANAS, SANTA ROSA DE LIMA, PARA CONOCER Y COMPRENDER CUAL ES LA VOLUNTAD DE NUESTRO PADRE DIOS Y DEDICAR LO QUE NOS QUEDA DE VIDA EN REALIZARLA.