Estad siempre alerta
La mejor forma de esperar la venida del Señor no reside en cruzarse de brazos sino en vivir activamente el mandamiento del amor. Amar al que esperamos, Amar con los que esperan. No importa la hora de su venida sino la persona a la que esperamos. No importa que nos sintamos nerviosos y preocupados, que corramos de un lado para otro, que revisemos una y mil veces los más pequeños detalles, Queremos que el que viene para llevarnos a su fiesta esté orgulloso de nosotros. Sabemos a dónde nos quiere llevar. Sabemos de qué fiesta vamos a disfrutar. Sabemos que cuando él entre la puerta se cerrará y los que llegan tarde no entrarán. Por eso tenemos que ponernos en camino, nos lo ha señalado, y esperar su llegada para entrar con él a la fiesta. Si te detienes puedes llegar tarde a la cita. Si vas por otro camino nunca te encontrarás con el participarás de su fiesta. Si no estás preparado y vestido con tu traje de gala el portero no te dejará entrar. Mantén limpio el rostro de tu corazón, Mantén viva tú la lámpara en tus manos y sigue alimentándola con el aceite de tu amor. Avanza por el camino de la vida con la mirada fija en tu meta de tu caminar a pesar del frio y de la oscuridad que quieren paralizarte. Piensa en la fiesta que te espera y a la que has sido invitado a disfrutar y cierra los oídos a otras músicas que intentan distraerte, que quieren detenerte, que quieren que entres y participes de su fiesta. Cristo, el esposo, el que te ha invitado porque te ama, ya están en camino. No lo defraudes. Nadie te ama como él. Su fiesta es lo máximo, No te pierdas. ¿Qué importa esperar y sufrir un poco? Mantén viva la lámpara de la fe. Mantén limpio y blanco el vestido que adorna tu corazón. A pesar de que tus ojos quieran cerrarse por el sueño, a pesar de que tus pies quieran detenerse por la fatiga, no te detengas. ¿No oyes la voz del esposo que llega? ¿No ves la luz, no oyes la música, no sientes la alegría que te llega tras la puerta que se ha abierto? Mira, el esposo se ha detenido, te mira, te sonríe y te invita a pasar. Entra y verás que ha merecido la pena caminar, sufrir un poco, renunciar a otras fiestas, mantener encendida la lámpara y limpio el corazón y esperar. Entra y verás que tu amor va a ser altamente correspondido y que a final vas a recibir mucho más de lo que te esperabas y soñabas.