Iniciamos a partir de esta semana, en la lectura del evangelio dominical, las conocidas parábolas del Reino dentro del esquema estructural que nos narra el evangelista San Mateo.
Las parábolas son pequeños relatos inspirados en la vida real, diaria y ordinaria de las personas, narradas en forma comparativa, para atraer la atención de los oyentes sobre algún aspecto central de la predicación de Jesucristo y, así, solicitar el interés del receptor y la adhesión al mensaje. Todas ellas nos hablan de la actitud que debemos adoptar ante la “proximidad” del Reino de Dios que comienza con la predicación de Jesucristo y su instauración en este mundo y que culmina, a partir de un profundo proceso de conversión y adhesión a los valores que conlleva, en el encuentro con el mismo Dios en la eternidad.
Hoy el evangelio nos describe la conocida parábola del sembrador. La palabra salvadora de Dios se ofrece a todos los hombres como la semilla que el sembrador esparce en su tierra. Dios es “el sembrador” y nosotros somos “la tierra”. Una parte de esta semilla se pierde por nuestra falta de responsabilidad y acogida a lo que el Señor nos ofrece. Agentes externos e internos impiden el florecimiento de la semilla para que dé fruto en su momento. Sin embargo, hay también muchas personas que mantienen preparado y fértil “el campo de su vida” y para ellas la semilla-palabra es un canto de esperanza y de encuentro con el Señor que se les presenta para impulsar su vida de fe hacia nuevos compromisos de seguimiento y misión.
La parábola nos invita a entender que la acogida del evangelio no puede quedar ahogada por las dificultades de la vida; ni la sequía pertinaz, ni los pájaros intrusos, ni las piedras que la ahogan pueden ser más fuertes que nuestro encuentro con el Señor que, con su palabra de vida, nos acoge y nos salva.
La parábola de hoy, donde el Señor ofrece su Palabra como semilla, debe producir en nosotros varias preguntas: ¿nos ponemos en actitud de escucha ante palabra revelada?, ¿cómo la acogemos?, ¿qué clase de tierra somos?, ¿cómo la tratamos?, ¿cómo la cuidamos?, ¿cómo la defendemos…?.