Queridos hermanos y hermanas. Este último domingo de Adviento nos sitúa próximos a la navidad. La liturgia nos lleva al escenario del nacimiento de Jesús y así como María, José, contemplamos el misterio del Nacimiento del Mesías recordando que Dios ha querido encarnarse en nuestra historia, que él es el Enmanuel, que él es quien viene a quedarse para siempre entre nosotros y por nosotros.



















