Domingo II
En la Familia vicentina, la misión cobra todo su sentido y se nutre del misterio de la caridad, allí donde Jesús se revela de manera mística en los pobres. Así como el Hijo de Dios se encarna en un niño, humildemente acostado en un sencillo pesebre, está presente en los pobres. De ahí brota para cada uno de nosotros, la espiritualidad del amor al prójimo, que hunde sus raíces en Jesús y se extiende hasta los más necesitados. La Palabra de Dios nos invita a vivir concretamente el servicio junto a nuestros hermanos y hermanas, en sus necesidades materiales y espirituales. 𝑻𝒐𝒎𝒂ž 𝑴𝒂𝒗𝒓𝒊č, 𝑪𝑴, 𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒊𝒐𝒓 𝒈𝒆𝒏𝒆𝒓𝒂𝒍.
Continuamos con este camino de compañía en este Tiempo Fuerte del Adviento. Agradecemos a quienes nos ayudan con la difusión. ¡Que el Señor nos anime a mantener nuestra esperanza!.
P. Vero CM


















